Bizarrap colabora en su nueva sesión con una rapera desconocida

Bizarrap y Lismar en la portada de la Session #60
Bizarrap y Lismar en la portada de la Session #60
@bizarrap
Bizarrap y Lismar en la portada de la Session #60

Bizarrap ha vuelto a sorprender a su público colaborando en un junte de dos canciones con Lismar, una rapera dominicana prácticamente desconocida.

El pasado 19 de mayo, el productor argentino publicaba un vídeo en su cuenta oficial de Youtube, BZRP.ai, en el que aparecía en una discográfica ficticia junto a un jerifalte del sector editorial que le proponía realizar colaboraciones con diferentes artistas mediante inteligencia artificial

El vídeo venía a ironizar con una de las sensaciones más comentadas entre sus fans, quienes notan que ha pasado de colaborar con artistas emergentes, conocidos solo en el circuito más underground de la escena argentina, para diseñar con los más reconocidos músicos del panorama latino hits con los que reventar el mercado (recordemos números unos mundiales como su canción con Shakira o su mítica colaboración con Quevedo).

Bizarrap es perfectamente consciente de esta situación, pues ha tenido que colaborar con figuras cada vez más grandes para batir sus marcas anteriores, sin embargo, sabe también que este formato se está empezando a agotar (si no es que ya está agotado del todo). 

Por ejemplo, hace un par de sessions colaboró con Young Miko, una de las artistas más pegadas de la nueva ola de figuras puertorriqueñas. El tema, además de pasar relativamente desapercibido – siempre teniendo en cuenta que cosechó millones de reproducciones, no olvidemos los números con los que parte el argentino –, fue mal acogido por la crítica, pues se consideró una canción insustancial para una de las mejores figuras emergentes de Puerto Rico.

Con el formato del mega-hit agotado, Bizarrap ha pasado a sacar EPs en cada una de sus Sessions; así, en su último trabajo, la canción junto a Natanael Cano, pionero de los corridos tumbados, apostaba por sacar una canción extra con videoclip, saliendo del mítico estudio blanco que ya todos conocemos.

Siguiendo esta premisa de olvidarse temporalmente de los hits, campo en el que no está últimamente muy acertado, Bizarrap ha apostado para su Session #60 por sacar un pequeño EP de dos canciones, Yo soy la moda, con el tema Subió la temperatura además de la session en sí. La artista invitada ha sido Lismar, una desconocida en la escena.

De Lismar hay realmente poco que decir, más allá de que es de República Dominicana, tiene 19 años y su nombre real es Patricia Lismary Fernández Soto. Se sabe tan poco de ella porque es un artista realmente desconocida, pues la misma mañana de la publicación de la session, siempre teniendo en cuenta que las reproducciones tardan un tiempo en aparecer en la plataforma verde, contaba con poco más de 50.000 oyentes mensuales, una cifra realmente discreta muy propia de artistas que no tienen la capacidad de vivir de la música.

Lismar, quien sí parece tener un buen recorrido en la poderosa escena local dominicana, empezó en 2022 con Lismar, canción en la que presentaba su propio nombre.

Desde entonces, ha ido sacando temas con cierto éxito en plataformas, aunque no ha realizado ninguna colaboración – obviando la de Bizarrap – ni tiene ningún trabajo largo, más allá de singles sueltos. De hecho, a día de hoy su canción más exitosa es No Me Diga Mah 2, con 155.000 reproducciones en Spotify.

Sobre el nuevo trabajo con Biza, Lismar ha aprovechado la plataforma no para tratar de resolver una fórmula comercial que le haga reventar el contador, sino para mostrar de lo que realmente es capaz. En ambos temas, la dominicana apuesta por rapear, tal como venía haciendo, con esa carencia característica de su escena local que entremezcla el fraseo y algunos dejes del dembow.

Las canciones están bien y la letra es fresca, muy propio todo del Bizarrap de hace unos años (la colaboración puede recordar remotamente a la session que sacó con la mexicana Snow Tha Product), sin embargo, las pegas que se le pueden poner al junte son para el propio productor. 

La session en sí viene con un cambio de base facilón que ya está pasado de moda, pero que el argentino se muestra en forzar para hacerse notar; de hecho, las muescas características del productor se hacen algo pesadas durante todo el EP, pues se empeña en colocar ciertos sonidos que parecen pegotes, ramalazos electrónicos sin mucha lógica, para que el oyente entienda que está escuchando una canción de Bizarrap.

Esta obsesión por la firma descarada y compulsiva le lleva pasando factura en muchas de sus últimas canciones, en las que se obsesiona tanto por hacerse notar que acaba rompiendo el trabajo del artista invitado (quizá debería probar a sacar una producción impecable y bien trabajada, como hacen todos sus compañeros de gremio con ínfulas de brillar).

Biza ha jugado bien sus cartas con esta vuelta a la pesca de artistas poco conocidos que lazar a su masivísimo público, sin embargo, no hace más que demostrar que el gran problema de sus canciones es él: debería preocuparse más por afinar el sonido antes que por hacerse notar colocando pistas que parecen sacadas de la demo de Softonic de un programa de producción.

De Lismar hay poco más que decir: lo ha hecho fantástico y se la augura una carrera larga, próspera y versátil. 

Colaborador '20minutos'

Periodista cultural, columnista, repotero y lo que surja; ha colaborado con una docena de periódicos y radios. Centenial que intenta explicar el centenialismo. Autor de 'Más allá de la noche' (Akal Ediciones, 2022)

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