La última fiesta de jardín en el Palacio de Buckingham ha estado presidida por el príncipe Guillermo, quien desde hace meses, ha espaciado mucho sus actos oficiales aunque va volviendo a la escena poco a poco. Cuando asiste a uno lo hace sin compañía oficial, a la espera de que su mujer, Kate Middleton, termine su tratamiento contra el cáncer y se recupere del todo.
Pero Guillermo no está completamente solo. Sus primos hermanos, hijos de sus tíos Andrés y Ana, asisten a algunos eventos para arroparle, lo que prueba que la familia real británica trata de ser más familia que nunca, especialmente ahora que la salud se ha convertido en un asunto de estado y de preocupación de todos.
Así, Beatriz y Eugenia de York, hijas de Andrés de Inglaterra y de Sarah Fergusson, y Peter Phillips y Zara Tendall, hijos de la princesa Ana (todos con sus consortes), le han acompañado en una recepción en la que se mezclaron con los invitados en las vastas y bonitas zonas verdes de Palacio.
A pesar de la lluvia y los paragüas, el acto no quedó deslucido, sino que sirvió para constatar que la relación entre primos es estupenda y que nadie va a dejar solo ni a Guillermo ni al rey Carlos, que ha delegado algunas cosas en él.
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