Cualquier enfermedad, pero sobre todo una como el cáncer, consigue que en ocasiones las familias vuelvan a unirse, pues más allá de las relaciones del momento existe una historia y una vida en común difícil de olvidar. A ello está intentando apelar el príncipe Harry para que la familia real británica acuda a sus Juegos Invictus, pero parece ser que ningún miembro se dejará ver en la celebración.
Según informan desde el portal de noticias Page Six, a pesar de los intentos del duque de Sussex, de 39 años, por conseguir que alguien de Buckingham Palace se acerque en Londres a la ceremonia de inauguración en el décimo aniversario de los juegos que él mismo fundó, nadie de alto rango se dejará ver junto a él.
Al evento, que tendrá lugar el próximo miércoles 8 de mayo en la Catedral de San Pablo de la capital británica, quizá puedan asistir alguna de sus primas, las princesas Beatriz y Eugenia de York, y Zara Phillips, todas ellas cercanas tanto a él como a su esposa, Meghan Markle. Aun así, todavía no hay ninguna confirmación oficial.
Sin embargo, tal y como explican desde el citado medio, su cuñada Kate Middleton prefiere seguir manteniéndose alejada del ojo público mientras dure su tratamiento contra el cáncer, así como su hermano mayor, el príncipe heredero Guillermo de Inglaterra, siente que ha de seguir al lado de su esposa y de sus hijos, amén de que está enemistado y distanciado de Harry: no se hablan desde hace más de un año debido a la autobiografía que escribió.
Aun así, desde Page Six añaden que una acaudalada socialite londinense que conoce bien a ambos hermanos ha confirmado la invitación de Harry a Guillermo y a otros miembros de la monarquía para homenajear la organización benéfica para veteranos de guerra que él ideó, por lo que, explican, el duque habría recibido una completa negativa.
Y es que recientemente su padre, el rey Carlos III de Inglaterra, rechazaba un encuentro privado de larga duración con su hijo debido a que se encontraría demasiado "ocupado" durante su visita: tendrá su audiencia semanal con el primer ministro Rishi Sunak, celebrará la primera fiesta de la temporada en el jardín del Palacio de Buckingham y, sobre todo, aún restan multitud de compromisos anteriores que fueron pospuestos debido a su cáncer.
A todo ello, hay que sumar que el viaje del príncipe Harry no será especialmente extenso, dado que el lunes seguirá en Montecito, ya que es el quinto cumpleaños de su primogénito, Archie, y con toda probabilidad volverá antes del fin de semana, ya que no tiene casa en Reino Unido —su padre le pidió que renunciara a Frogmore Cottage— y se quedará en un hotel.
Comentarios