Tras dos años consecutivos donde las Fiestas del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid estuvieron marcadas por polémicas entre la administración autonómica y central, en esta ocasión los actos institucionales celebrados en la Puerta del Sol ocuparon el centro de atención sin distracciones: la entrega de las Grandes Cruces de la Orden del Dos de Mayo, el concierto sorpresa de OBK en el patio de la Casa de Correos, el acto cívico-militar en la Puerta del Sol y la llegada de los rebeldes madrileños, caracterizados para la ocasión con atuendos de época.
"Muerte a los franceses", se volvía a escuchar por la calle de Madrid durante este Dos de Mayo. "Ayer matamos a unos cuantos franceses y también mataron a unos cuantos de los nuevos", confesaba uno de los rebeldes que participa en las recreaciones del levantamiento contra la invasión francesa de 1808. Ataviados con calcetas, mantillas y trajes de la época, un grupo de actores se reunía este jueves en la Puerta del Sol para conmemorar este suceso histórico.
A pesar del espíritu combativo de esta fecha, la jornada se caracterizó por una paz insólita en el terreno político. Tras años consecutivos de polémicas entre la administración autonómica y la central en este día, se vivió una tregua entre ambos frentes.
Esto permitió que la actividad programada y los atuendos de los invitados acaparasen todo el foco. La jornada empezaba con la entrega de las condecoraciones a la Policía Nacional, los habitantes rumanos de la región, la compañía Telefónica, el club de futbol Rayo Vallecano o el grupo de música Camela, entre otros. Uno de los galardones más emotivos fue el del guardia civil fallecido hace una semana durante acto de servicio en San Agustín de Guadalix que hizo emocionar notoriamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Lo siento", decía la dirigente al sargento primero de la Guardia Civil, José María Ortiz Díaz, quien recogía, al borde del llanto, la medalla a título póstumo.
El cronista de la villa Constantino Mediavilla-Fernández que ha celebrado cuarenta años informando "en libertad" sobre la Comunidad de Madrid también subió al escenario, apoyado en su andador, para recibir un reconocimiento por su trayectoria. En su discurso de agradecimiento lanzó un "un beso" a la Prego (Victoria Prego, fallecida este 1 de mayo).
Tras las condecoraciones, Historias de amor de OBK hizo retumbar la sede del Gobierno regional, donde los espectadores seguían el compás con las palmas. El ritmo cautivó de tal manera al público que, incluso, Díaz Ayuso y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, entonaron alguna estrofa a dúo. Mientras la música sonaba, en el exterior se terminaban de detallar todos los detalles para el acto cívico-militar y la tradicional ofrenda floral. A gritos de "Viva la madre que te parió" y "tú sí que vales" recibieron a Díaz Ayuso en el exterior de la Real Casa de Correos. Miles de personas se arremolinaron para presenciar, como en otras ocasiones, los espectáculos aéreos. El reciente matrimonio del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, despertó la curiosidad y alguno no dudo en preguntarle a viva voz "qué tal te va la vida de casado".
Cinco aviones surcaron el cielo dibujando la bandera nacional y un equipo de tres paracaidistas descendieron sobre la Puerta del Sol. Una de las anécdotas del día se produjo cuando en uno de los aterrizajes, un paracaidas cubrió por completo a uno de los guardias que estaban custodiando el escenario. Sin más percances que acabar envuelto por la lona, el hecho desató las carcajadas de los que se encontraban cerca. Además, se pudo ver un chotis protagonizado por una banda militar. Tras ello, la presidenta regional y el alcalde de Madrid colocaron la corona de flores sobre la placa que conmemora los hechos de 1808.
Algo que no pasó desapercibido en la mañana del jueves fue el llamativo vestido que lucía Ayuso de inspiración flamenca (o imitando un mantón de Manila). De color rojo, simbolizando la bandera autonómica, y terminado en un abanico de flecos que bailaban a cada paso. Algunos asistentes se apresuraron a preguntar "dónde se ha comprado el vestido". Aunque el rojo es el color insignia de la región, este año primó el rosa, tanto en la cartelería como en los escenarios estaba presente como símbolo del tono usado en las capas de los toreros y a la Feria de San Isidro, una de las grandes festividades de la capital y del mundo taurino.
Sobre las tres de la tarde, una vez concluidos todos los actos, la gente fue abandonando la zona, aunque muchos se acercaban a las puertas del edificio institucional por si era posible entrar dentro. Por la tarde, sobre las 19.00 horas, los rebeldes volvieron a Sol para rememorar la Defensa del Parque de Artillería de Monteleón. Tras esto, se desplazaron a la Plaza de Oriente para representar una de las batallas por la liberación. El broche final del día lo puso, de nuevo, OBK: si por la mañana animó a los invitados por la Comunidad, por la noche le tocó al público que se acercó al escenario instalado en el 'km 0'. Y la fiesta no acaba aquí: hasta el 5 de mayo habrá actos en los municipios de la Comunidad.
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