Una ventana para estudiar el pasado remoto. El yacimiento arqueológico de El Rebollar, ubicado en el municipio de la Comunidad de Madrid El Boalo, es desde este martes Bien de Interés Cultural (BIC). Los restos arquitectónicos son uno de los pocos vestigios de la época visigoda en la sierra de la región. La importancia de este espacio radica en el estado de conservación en el que se encuentra la necrópolis del lugar, lo que ha permitido conocer más información sobre la forma de vida de las sociedades de esta época remota de la historia.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado este martes la declaración de BIC, en la categoría de Zona Arqueológica. Tras eso, la zona ubicada a 1,5 kilómetros del municipio, contará con una protección especial que favorecerá la conservación de las tres construcciones descubiertas, entre las que destaca un edificio visigodo de uso religioso y numerosas tumbas.
La necrópolis situada bajo la iglesia se halló en perfecto estado, sin indicios de que hubiera sido expoliada, ya que se conservaba el ajuar funerario y demás restos, a diferencia de lo que suele ocurrir en otras iglesias visigodas encontradas. Esto ha permitido a los historiadores y arqueólogos conocer más sobre los modos de vida, la sociedad y las creencias de la sociedad de aquella época.
Además, la estratigrafía de la zona de ocupación de la nave donde se conservan los restos está inalterada y se cuenta con registros de las propiedades y características del terreno, lo que posibilita datar con gran exactitud la fase original del edificio y las posteriores reformas que ha sufrido la infraestructura.
La cabecera de esta iglesia puso ser excavada en su totalidad, lo que ha permitido descubrir la planta original de la fase más antigua y el apoyo sobre el que se situaba altar central propio de las iglesias tardo antiguas. Esto reviste especial interés para los investigadores, ya que son pocos los ejemplos que se conservan en la zona central de la península.
Otra de las características que distingue este yacimiento y uno de los motivos que han influido en la decisión para declararlo BIC es su uso como lugar de ceremonias religiosas. Desde el siglo VII hasta el XVIII fue un centro de culto, como queda avalado por la documentación archivística en la que consta la presencia en el lugar de una iglesia dedicada a Nuestra Señora de Samburiel.
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