Los floristas han calculado que este Sant Jordi venderán unos siete millones de rosas, una cifra que se incrementa respecto al año anterior. Sin embargo, han denunciado que el récord de ventas llega con una gran decepción dentro del sector, ya que estiman que solo el 25% corresponderá a ventas de profesionales, lo que supone unas pérdidas de más de 10 millones de euros, según el presidente del Gremi de Floristes de Catalunya, Joan Guillén.
El resto se venderá en los “numerosos puestos” de rosas que cada año “saturan” las calles de Barcelona y las poblaciones catalanas. De esta manera, aunque las previsiones apuntan a “un gran éxito”, también tiene consecuencias frustrantes y de indefensión para los profesionales.
Ante esta situación, el Gremi ha pedido este viernes en una rueda de prensa en la Pedrera (Barcelona) varias medidas para equilibrar la oferta de rosas y así acabar con el “perjuicio real” al sector de flor y planta. Es más, han señalado que ya casi no hay productores locales. Por eso, han demandado que se redimensione Sant Jordi y que se autoricen menos puestos a particulares, además de que las licencias sean de pago, a excepción de las entidades benéficas.
Apuestas por la rosa de autor
Para buscar la venta, el Gremi ha apostado este año por el concepto de rosas de autor, un tipo de rosas que se distingue del resto porque son composiciones creadas por los floristas con un valor artesanal diferenciador. Su precio rondará entre los 6 y 15 euros en función de cómo estén decoradas. “Están cuidadas y guardadas en cámaras hasta el último momento para salir a la calle”, han explicado. Asimismo, han destacado que se puede garantizar “la procedencia, la calidad, la durabilidad y su valor singular y artístico”.
Durante el acto, también han anunciado que se creará una rosa de autor en homenaje a la Copa América, que se celebrará el próximo agosto en Barcelona.
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