Rodrigo Rato estalla en el juicio contra la Abogacía del Estado y Anticorrupción: "Nos toman por tontos"

Europa Press
El exministro de Economía Rodrigo Rato.
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El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha estallado contra la Abogacía del Estado y la Fiscalía Anticorrpución en el juicio que se sigue por el origen de su fortuna. "Es indignante y nos toman por tontos", ha asegurado cuando afirman que residía en España durante su mandato como director gerente del FMI.

En respuesta a las preguntas de su abogada, María Massó -Rato ha rechazado contestar a la Fiscalía Anticorrupción y a la Abogacía del Estado, que según él han manejado documentos y correos electrónicos que no debían figurar en la causa-, ha explicado cuál era su situación durante los años en los que fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tras acomodarse en el estrado con dos botellas de agua y un refresco, sobre lo cual ha bromeado la presidenta de la Sala, Ángela Acevedo -"no se las va a poder terminar todas"-, Rato ha contestado al argumento de Anticorrupción y de Hacienda, que defienden que su residencia fiscal durante esos años estaba en España.

Tono desafiante

El exbanquero, que ha llegado puntual al filo de las 10.00 a la Audiencia Provincial de Madrid conduciendo su propia moto, ha explicado en tono desafiante que la residencia del director gerente del FMI y de todos sus funcionarios está en Washington, donde está la sede del organismo. De la misma manera, ha aseverado que los emolumentos se cobraban a través de la propia entidad bancaria del organismo.

Las acusaciones sostienen, sin embargo, que su residencia fiscal estaba en España, como demostraría que durante esos años, entre 2004 y 2007, hizo las correspondientes declaraciones de IRPF en España.

A Rato se le atribuyen once delitos fiscales: entre estos se encuentran blanqueo de capitales y corrupción en los negocios. Como consecuencia se enfrenta a una petición de penas que podría alcanzar los 70 años de cárcel, ha relatado que el asesor fiscal de la familia las hizo por inercia, y ha admitido que no fue una buena idea.

En todo caso, él, como todos los directores gerentes del FMI, tenia su residencia fiscal en Washington, y para probarlo aportó a la causa recibos y notas de los colegios de sus hijos, así como el documento que refleja que se dio de baja del padrón en España.

También tuvo una cuenta en una entidad bancaria para hacer frente a los recibos de luz o recogida de basuras durante su estancia, lo que prueba que su residencia fiscal era la mencionada, como ha sido siempre para sus antecesores y para sus sucesores.

En todo momento el exvicepresidente ha defendido que su residencia fiscal estaba en Estados Unidos. También ha reprochado a la Fiscalía que tergiverse el número de días que pasó en España en aquellos años, ya que viajaba con el servicio de seguridad del FMI y a su llegada a España le recibía la Policía, que le escoltaba durante toda su estancia, de todo lo cual "tiene que haber un control en el aeropuerto de Barajas".

"Es indignante, es como tomarnos por tontos", ha estallado, en relación con la pretensión de "todo un abogado del Estado" de que residía en España o cuando afirma que Luxemburgo "es un territorio opaco".

Herencia y fondos extranjeros

El exvicepresidente ha explicado que "todas las decisiones" las tomaba él, en lo relativo a todas sus sociedades y los movimientos de cuentas. Respecto de los fondos que presuntamente mantuvo en el extranjero tras acogerse a la amnistía fiscal, Rato se ha remontado a 1968, cuando su padre pagó "una multa considerable" por tener dinero fuera de España, pero esa multa "no le obligó a repatriarlo".

Su padre falleció en 1998 y su madre enfermó. Como consecuencia, entre 2003 y 2004 él y sus hermanos decidieron que tenían que "tomar decisiones", tras lo cual él se ocupó del dinero que había en Suiza y se hizo cargo de Westcastle, la sociedad a través de la cual su padre gestionaba esa cartera.

Ello implicó "recibir la sociedad, que estaba creada en los años 90" y cuya cartera era "muy conservadora, siempre lo fue, no tenia acciones ni era especulativa, no se movía mucho", ni invertía en acciones en España. Esta se gestionaba desde Ginebra y él, desde Washington, tuvo contacto con los gestores de forma telefónica o en persona, cuando visitaba la localidad suiza, pero nunca le facilitaron documentos de ningún tipo. "Nunca introduje ni retiré fondos de esa cartera ni tuve una tarjeta de crédito", ha asegurado.

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