Irene, la hija menor de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin, está cada día más integrada en las labores humanitarias que realiza en Camboya para la ONG Sauce, que dirige el jesuita Kike Figaredo, según publica la revisa Hola.

La menor de los Urdangarin, que tiene 18 años, lleva tres meses en el país asiático, ajena a acontecimientos familiares y sociales, como el funeral por el primero de su madre, Fernando Gómez-Acebo, y la boda del alcalde de Madrid, donde estuvieron invitados varios familiares suyos.

Irene trabaja con otros españoles, voluntarios y profesionales, que se dedicam sobre todo a ayudar con las necesidades diarias a los habitantes de Battanbarg. Esta región está muy afectada por las minas antipersonas y es, además, una de las provincias más pobres del país.

Irene, lo mismo empuja a heridos en sillas de ruedas que atiende el comedor colectivo, el centro de estudios o el taller.

La joven, que viste cómodamente de pantalones cortos y calzado sencillo, comparte una casita en el Centro Arrupe, dentro del recinto de la prefectura, en el barrio católico, con otra joven también voluntaria.