Una red de tráfico de bebés que chantajeaba a madres solteras vendió a un recién nacido por 130 euros

  • El entramado actuaba en Marruecos con la complicidad de guardias de seguridad de tres hospitales públicos.
  • Los procesados también vendían de formar ilegal medicamentos para abortar.
Archivo - Bebé.
Un bebé, en una foto de archivo.
NOELIA RUIZ - EUROPA PRESS
Archivo - Bebé.

Una red de tráfico de bebés formada por 34 personas que llegó a vender a un recién nacido por 1.500 dirhams (130 euros) está siendo juzgada en un tribunal de la ciudad de Fez (Marruecos). Entre los acusados hay médicos y enfermeros de varios hospitales de la ciudad.

La mayoría de los procesados han negado las acusaciones y la próxima audiencia se celebrará el 23 de abril. Según el informe policial, la red está encabezada por una mujer de 63 años conocida con el apodo de Bentoto. La acusada está casada, es madre de siete hijos y se hacía pasar por trabajadora de un hospital.

Bentoto actuaba presuntamente con la ayuda de miembros de su familia, médicos, enfermeros, guardias de seguridad y personal administrativo de hospitales. La organización se dedicaba a la venta de bebés, a realizar abortos ilegales, a robar equipos médicos, a emitir certificados falsos y a adelantar citas sanitarias.

Tres hospitales de Fez

El informe indica que la red actuaba con la complicidad de guardias de seguridad de tres hospitales públicos en Fez: el Hospital Universitario Hassan II, el Hospital Ibn Jatib y el Hospital Ghassani. Estos guardas chantajeaban a embarazadas solteras para convencerlas de vender a sus bebés aprovechando que en Marruecos ser madre no casada es un delito al estar penadas las relaciones extramatrimoniales.  

Una de las parejas que compró a un bebé declaró ante la Policía que fue un día al Hospital Ghassani para informarse sobre los trámites de adopción, cuando se les acercó un guardia de seguridad y les dijo que tenía mucha influencia dentro y fuera del hospital y que les podía conseguir un recién nacido a cambio de dinero. 

Poco después, les volvió a contactar para informarles de que había una madre soltera que aceptaba venderles a su hijo recién nacido. Al recibir la oferta, acudieron al hospital y pagaron a la madre 1.000 dirhams (91 euros) y al guardia otros 500 dirhams (45 euros) y se llevaron al bebé, cuya partida de nacimiento fue falsificada y registrada a nombre de la mujer que se quedó con el bebé. 

Certificados falsos y medicamentos prohibidos

La presunta cabecilla reconoció ante la Policía que contactó con guardias de seguridad de los hospitales para que le consiguieran madres solteras que quisieran vender a sus hijos, y también para que le ayudaran a falsificar las partidas de nacimiento. Además, los procesados vendieron medicamentos prohibidos para abortar, facilitaron citas y operaciones quirúrgicas a pacientes a cambio de dinero y falsificaron certificados médicos de baja o exenciones deportivas para estudiantes, entre otros delitos.

La Policía atribuye a los acusados delitos como "banda criminal especializada en el tráfico de personas", "complicidad, robo y venta de medicamentos y equipos médicos públicos", "usurpación de la profesión de médico", "aborto clandestino y complicidad", "explotación de servicios públicos (hospitales)", "chantaje", "falsificación de citas médicas" y la "emisión de certificados médicos falsificados" y "corrupción".

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