Es el quinto presidente del país y el más joven de toda su historia. Bassirou Diomaye Faye ha ganado las elecciones de Senegal once días después de su salida de la cárcel, tras la aplicación de una amnistía. El ahora presidente de Senegal cumplía prisión preventiva por difamación y desacato por críticas contra varios jueces.
Entre sus promesas están la de poner fin a la concentración de poder en manos del presidente del país, reconsiderar los acuerdos de pesca internacionales y ofrecer alternativas a los jóvenes que quieren emigrar para que encuentren oportunidades en su país.
Diomaye y su amigo y compañero Ousmane Sonko
Nacido en Ndiaganiao, en la región de Thiés, Diomaye es licenciado en Derecho por la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar y ha trabajado, durante años, como inspector de impuestos del Estado. De hecho, hasta hace apenas medio año, era un auténtico desconocido para la mayoría de senegaleses. Fue gracias a las condenas judiciales que impidieron la candidatura del líder opositor Sonko, cuando comenzó a darse a conocer en primera línea política.
Su partido, Los Patriotas (Pastef) lo fundó junto a Ousmane Sonko hace una década, y fue ilegalizado por el Gobierno en julio. Se definen como panafricanistas de izquierdas, rutpuristas y anticolonialistas, y ambos son un tándem. De hecho, su lema es de campaña ha sido "Diomaye mooy Sonko" (Diomaye es igual a Sonko, en wolof, la lengua nacional) y en los carteles de campaña aparece el rostro de ambos.
Entre las medidas que quieren poner en marcha destacan la disminución de los poderes asignados al presidente de la República, una reforma profunda del código penal, la modernización de la administración pública y un cambio de moneda, dejando atrás el franco CFA.
La situación política de Senegal
La inestabilidad política y social de Senegal en los últimos tres años, responde, en última instancia, a la intensificación de la llegada de migrantes a Canarias.
Ante el aplazamiento de elecciones en el mes de febrero, que provocó grandes movilizaciones y represión por parte del Gobierno, el Consejo de la Unión Europea, expreaba en un comunicado que "se corre el riesgo de que esta decisión empañe la larga tradición democrática de Senegal y abra, de este modo, un periodo de gran incertidumbre para el país".
También organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch denunciaron los recortes de derechos y libertades y la detención de más de 1.000 personas por participar en las protestas tras el encarcelamiento de Sonko y la ilegalización del Pastef, que generaron un gran enfado y frustración entre los jóvenes. En los días previos a las elecciones, el Gobierno aprobó una ley de amnistía que ha permitido la liberación de cientos de opositores.
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