Los arrecifes de coral, sometidos a una intensa presión por la actividad humana y el cambio climático, encuentran un rayo de esperanza en un nuevo estudio. La investigación demuestra que la restauración de arrecifes no solo aumenta la cobertura de coral y la producción de carbonato, sino que también recupera funciones ecosistémicas críticas para la vida marina a un ritmo sorprendentemente rápido.

Los resultados son muy esperanzadores. Su recuperación es similar a los arrecifes sanos en solo cuatro años después del trasplante de coral. El estudio revela que la restauración de corales ayuda a recuperar funciones clave de los arrecifes, como la complejidad estructural, la producción de la estructura del arrecife y la acreción vertical. Además, los balances de carbonato, que influyen en la capacidad del arrecife para proporcionar funciones geoecológicas, se triplicaron en solo cuatro años en los sitios restaurados.

El proyecto se basa en el trasplante de corales y la adición de sustrato para restaurar arrecifes dañados por la pesca con explosivos. Para ello se implementaron estructuras de acero recubiertas de arena para consolidar los escombros y ofrecer una estructura para el trasplante de coral.

El estudio demuestra el potencial de los proyectos de restauración de corales a gran escala para recuperar funciones importantes del ecosistema. Si bien la restauración es una herramienta valiosa, no reemplaza la necesidad de reducir las emisiones de carbono para proteger los arrecifes del calentamiento global. Estos resultados nos animan a pensar que, si podemos reducir las emisiones y estabilizar el clima, tendremos herramientas efectivas para ayudar a que los arrecifes de coral se recuperen.