La falta de lluvias que de forma continuada se ha registrado en los últimos meses en la Comunitat Valenciana ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a declarar la situación excepcional por "sequía extraordinaria". Esta figura permitirá al organismo solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica medidas extraordinarias para paliar posibles problemas durante la campaña de riego en zonas especialmente afectadas como los sistemas Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alacantí. Según apuntan desde la CHJ, el abastecimiento urbano, "en general, está garantizado" y las posibles restricciones para el riego se decidirán en en mayo.
Según los datos recopilados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), el presente año hidrológico 2023-2024 está siendo "el más seco de los últimos 33", con 115 mm de precipitación media acumulada por los 216 de la serie histórica. Esta falta de lluvias, además, se ha traducido en una reducción de las aportaciones a los ríos, un descenso de los recursos subterráneos y una merma en la capacidad de almacenamiento en los embalses que, pese a que a nivel global se sitúan por encima de la media de los últimos 10, 20 y 30 años, ha provocado que algunos sistemas (Palancia-Los Valles, Cenia-Maestrazgo y Marina Alta) se encuentren en un escenario de emergencia por escasez hídrica.
La jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica (OPH), Arancha Fidalgo, explica que la declaración se puede realizar cuando un sistema se encuentra en situación de sequía prolongada y de alerta o emergencia por escasez. "El sistema Palancia-Los Valles estaba en este escenario desde diciembre, pero hemos considerado que ahora, cuando tenemos varios sistemas en emergencia y otros en prealerta, era el momento adecuado de tomar esta decisión", expone.
Además, esta figura sirve para anticipar los posibles problemas que se pueden generar en sistemas como el Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alacantí durante la próxima campaña de riego, que está a punto de comenzar, si sigue sin llover.
Entre las medidas a las que la CHJ se podrá acoger con su inclusión en el decreto-ley de sequía se encuentran la exención del canon de regulación y de la tarifa de utilización del agua a los usuarios que sufran restricciones, la ejecución de medidas infraestructurales urgentes y la modificación de las condiciones de utilización del del dominio público hidráulico: dotaciones, criterios de prioridad, orígenes de agua, condiciones de autorizaciones de vertido o adaptación de aprovechamientos hidroeléctricos.
En cuanto a las restricciones, no se aplican de forma automática, sino en función del análisis de las particularidades de cada episodio de sequía y de cada sistema de explotación.
Respecto al abastecimiento urbano, la Confederación sostiene que «no se prevén problemas, ya que su garantía es prioritaria». En este sentido, insta a que los municipios dispongan de un plan de emergencia frente a la sequía y anima a las administraciones locales a realizar campañas de concienciación ciudadana para fomentar el ahorro cotidiano del agua.
Previsiones poco favorables
La CHJ asegura que las previsiones de lluvias para los próximos meses son poco favorables, y de ahí la declaración de la situación excepcional. "Cuando los indicadores de sequía y escasez vuelvan a valores de normalidad, podremos abandonar esta situación de sequía extraordinaria. En sistemas con embalses más pequeños, la recuperación podría llegar con un episodio intenso de lluvia; en cambio, los de regulación interanual requerirían de precipitaciones continuadas", explica Fidalgo.
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