Isabel Pantoja está convencida de que el concierto que ofrecerá el próximo 13 de abril en Madrid servirá para demostrar que está en plenas facultades.
Quiere que sus seguidores, que están respondiendo muy bien a la gira de conciertos que la llevará a recorrer gran parte de nuestra geografía, se queden tranquilos con las informaciones que apuntan a que tiene problemas médicos.
Los achaques que sufre son propios de la dolencia que lleva acarreando varios años pero que, en ningún caso, la imposibilitan subirse a un escenario y entregarse al público durante casi tres horas. Desde su entorno más cercano minimizan o restan importancia a los controles médicos y recuerdan que Isabel es hipocondríaca y se asusta con sintomatología leve, la misma que le llevó a visitar este pasado fin de semana las urgencias de un nosocomio cordobés.
A pesar de los sustos, Pantoja está en un buen momento. Este periódico ha podido saber que en los últimas días ha recuperado la relación telefónica con algunas personas que mantenía en el ostracismo, que tiene teléfono móvil, y que planea volver a Córdoba, donde vive su amiga Mariló, el próximo 15 de abril. Allí se siente protegida.
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