Dani Alves no ha reunido a tiempo este viernes el millón de euros que necesita para salir de prisión y permanecerá allí, por lo pronto, este fin de semana.
El exfutbolista está teniendo problemas para conseguir el dinero, ya que sus cuentas están embargadas debido a un conflicto judicial que mantiene con su exmujer, Dinorah Santana, a propósito de la pensión de los dos hijos que tienen en común.
Entretanto, la propia Santana se ha pronunciado sobre la decisión de la Audiencia Provincial de Barcelona de conceder la libertad provisional al brasileño, previo pago del millón de euros, hasta que la sentencia a 4 años y medio de prisión por agresión sexual sea firme.
Santana ha compartido una historia en su cuenta de Instagram en la que se lee la siguiente frase, escrita por otro usuario: "Hay ocasiones en las que tendrás que compartir la mesa con Judas sin que eso te quite la paz". A esto, ella añade: "Bueno, yo hoy", haciendo referencia a la inminente salida de Alves de la cárcel.
Aunque hace unos meses Santana creía en la inocencia del exfutbolista y era uno de sus grandes apoyos, su actitud dio un giro de 180 grados cuando se mudó a España junto a sus hijos para estar más cerca de Alves. Santana empezó a sospechar que el exjugador del FC Barcelona solo los utilizaba para intentar conseguir la libertad condicional a través de un supuesto arraigo familiar.
"Sus hijos no le ven desde el 6 de mayo, desde entonces no ha querido saber nada de nosotros, y son sus hijos", se lamentaba en noviembre, en una entrevista concedida al programa Fiesta. Fue entonces cuando ambos iniciaron un conflicto judicial.
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