A primera hora de la mañana de este viernes, Dani Alves sigue buscando el millón de euros de fianza que le saque de la cárcel hasta que la condena contra él por violación sea firme.
En las últimas horas, se había especulado con que el dinero lo abonaría un buen amigo del brasileño, su compatriota Neymar, que ya le dejó 150.000 euros para ayudarlo en gastos judiciales. Sin embargo, el padre del jugador se mostró rotundo ayer al echarse atrás: "Es una situación difente, la justicia ya se ha pronunciado", afirmando, dando al traste con la posibilidad de que Alves saliera el jueves de prisión.
En las últimas horas, la opinión pública brasileña había mostrado una fuerte oposición a que Neymar pagara esa fianza para Alves, que había pasado de presunto violador a violador a secas tras la sentencia judicial.
Esa corriente en contra del pago de la fianza de Alves por Neymar fue reforzada poco después por el presidente brasileño, Lula da Silva, quien fue categórico: "El dinero que tiene Alves, el dinero que alguien le pueda prestar, no puede compensar la ofensa que un hombre le hace a una mujer al cometer una violación. Cuando el sexo es algo que se hace entre dos, tiene que ser permitido y consentido por los dos. Esto, de hecho, es un delito. No nos podemos callar contra estas injusticias".
Apenas unas horas después del discurso de Lula, el padre de Neymar anunciaba que no pagarían la fianza.
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