Teresa Prados, madre de una de las chicas que denunció ser agredida sexualmente en el centro comercial Mágic Badalona, ha lamentado que, un año después, "no se ha hecho nada" y que las víctimas sufren un "abandono institucional" injustificable. "Todavía esperamos que el ayuntamiento nos dé una respuesta y se ponga de lado de las víctimas", ha denunciado este jueves en rueda de prensa.
Prados, en representación del movimiento No estáis solas, ha recordado que tres de los casos denunciados han sido archivados sin llegar a juicio y que las víctimas, por carencia de recursos, no están recibiendo apoyo psicológico. También ha criticado que el centro comercial continúe funcionando con normalidad sin reforzar la seguridad ni habilitar un punto lila.
La madre de la denunciante ha lamentado también que la carencia de recursos no haya permitido implementar una asignatura de educación sexual en escuelas e institutos, así como alguna medida para acabar con la degradación de los barrios de Badalona.
Prados ha criticado que el archivo de tres de las denuncias presentadas envía un peligroso mensaje de impunidad a los agresores que ven como sus actos no son castigados. Aquí, ha recordado que en el caso de su hija la denuncia se archivó porque no pudo reconocer a uno de sus asaltantes.
No obstante, ha dejado claro que a pesar de todo esto “no se rendirán” y seguirán trabajando para evitar nuevos casos como los ocurridos en el centro comercial y ayudar a las víctimas de agresiones sexuales. “Es urgente que se haga algo. Estamos cansadas de buenas palabras y exigimos hechos”, ha añadido.
Juicio contra un vigilante del Màgic
La rueda de prensa ha tenido lugar a las puertas de los juzgados de Badalona donde este jueves se ha celebrado un juicio por delito leve de faltas contra un vigilante de seguridad del centro comercial Màgic Badalona que, según Teresa Prados, la increpó y amenazó el 17 de abril pasado cuando repartía unos panfletos en el exterior para anunciar una manifestación contra las agresiones. Según la denunciante, el vigilante se dirigió con malas palabras y poniendo en entredicho la versión de las chicas denunciantes.
Durante el juicio, el vigilante de seguridad ha negado las acusaciones asegurando que solo le pidió de manera educada que dejara libre el acceso al centro comercial y que la mujer, muy alterada y de malas maneras, lo acusó de no haber hecho nada para evitar las violaciones.
Una vez escuchadas las partes y visionado las imágenes de una cámara de seguridad, el juez ha absuelto el acusado porque, a pesar de que pudiera proferir algún comentario desafortunado que no se ha probado, su actitud no es constitutiva de una infracción penal.
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