El Gobierno no descarta el cupo catalán, pero defiende una reforma de la financiación negociada con todas las autonomías

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Eduardo Parra / EP
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

El Gobierno no descarta explícitamente la petición del Govern catalán de Pere Aragonès de crear un cupo catalán al estilo del que disfrutan País Vasco y Navarra. No obstante, el Ejecutivo señala que cualquier reforma que se haga del sistema de financiación autonómica deberá dirimirse entre los 17 gobiernos autonómicos y el Ministerio de Hacienda.

Preguntado sobre la viabilidad de un hipotético 'cupo catalán' como el que ha planteado este martes la Generalitat, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha limitado a señalar que cualquier decisión sobre la reforma del sistema de financiación debe adoptarse "en el marco del grupo que dirige la vicepresidenta primera [María Jesús Montero], donde están presentes los consejeros de hacienda de las comunidades". Cuerpo se ha referido, sin nombrarlo, al Consejo de Política Fiscal y Financiera, el foro en el que el Ejecutivo y las autonomías debaten las cuestiones relativas a su financiación. 

El ministro ha añadido que la reforma de la financiación autonómica trae "complicaciones elevadas", lo que explica que el sistema por el que se reparten los recursos económicos entre los diferentes territorios lleve 10 años pendiente de reforma. Cuerpo —que ha realizado estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros— ha señalado que, igual que llegan propuestas de Cataluña, también han recibido "de otras comunidades autónomas", aunque no ha mencionado cuáles.

El ministro ha señalado que ya se han realizado avances con la financiación autonómica, como es el caso de la propuesta de condonación de parte de la deuda que las comunidades tienen con el Estado generada durante la crisis financiera. Una propuesta que el Ejecutivo lanzó primero para Cataluña —a la que decidió perdonar 15.000 millones de euros—, pero que se extiende también al resto de territorios (aunque solo se ha especificado la cifra para la Generalitat). La propuesta, que queda en entredicho en un escenario de prórroga presupuestaria, no convence a los gobiernos autonómicos liderados por el PP. 

Preguntado sobre si el sistema de financiación autonómica sería sostenible sin la presencia de Cataluña, el ministro ha echado balones fuera y ha defendido que la clave es que el sistema de financiación genere suficientes recursos para que las autonomías puedan hacer frente a los gastos de su competencia. 

Un cupo catalán

La propuesta de financiación que ha presentado este martes la consellera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, pasaría por conceder un trato diferencial a Cataluña que permitiera al Govern recaudar y gestionar el 100% de los impuestos que se pagan en su territorio. La Generalitat estima que, actualmente, solo gestiona el 9% de los 52.000 millones de euros en impuestos que se abonan en la comunidad cada año.

Cataluña forma parte de las llamadas autonomías de régimen común, al que pertenecen todas las comunidades salvo País Vasco y Navarra, que cuentan con hacienda propia. En consecuencia, el Govern catalán solo tiene derecho a recaudar y gestionar una serie de tributos que le cede el Estado. En concreto, puede recaudar y legislar los impuestos de sucesiones y donaciones, patrimonio y transmisiones patrimoniales. Además, se llevan la mitad de lo recaudado por IVA en su territorio (aunque no tienen capacidad legislativa) y lo correspondiente al tramo autonómico del IRPF, donde sí tienen competencia normativa. También se llevan un porcentaje de lo recaudado por los impuestos especiales en su territorio —el 100% en el caso del impuesto especial eléctrico—.

La propuesta de la Generalitat plantea que Cataluña pase a gestionar y recaudar todos esos impuestos, como ya hacen Navarra y País Vasco. A cambio, el Govern se compromete a compensar al Estado con una transferencia para sufragar los servicios que la administración central presta en Cataluña. Hay que tener en cuenta que la administración central presta servicios a las comunidades que hay que pagar, como es el caso de la defensa, la justicia, el gasto en las altas instituciones o las aportaciones de España a la UE por citar algunos. Esa pago que Cataluña haría por esos servicios es lo que se conoce como "cupo". 

Además, la propuesta del Govern incluye la creación de un segundo cupo bautizado como "de solidaridad". Se trataría de un pago con el que la Generalitat contribuiría a la financiación del resto de comunidades autónomas, una figura que no existe en Navarra y País Vasco, que están fuera del sistema de financiación. Sin embargo, esta contribución sería más baja que la que Cataluña hace actualmente en el sistema de financiación. 

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