Europa es la región del mundo más afectada por el cambio climático y donde más rápidamente sube la temperatura, que en 2023, el año más caluroso desde que hay datos, superó de media el tope de 1,5ºC con respecto a niveles preindustriales. Y dentro de este continente en especial emergencia climática, el sur de Europa, donde está España, figura en la peor situación. Si en otras latitudes europeas todavía hay previsiones no tan malas sobre precipitaciones u olas de calor, la zona mediterránea se anota calificaciones negativas en todas las categorías, con severas consecuencias que ya se dejan notar en la producción de alimentos o en el turismo.
La Agencia Europea de Medioambiente de la Comisión Europea ha lanzado este lunes su primer Análisis europeo de riesgos climáticos, donde identifica 32 peligros, presentes y futuros y en función de la intensidad de las políticas que se lleven a cabo, que afectan ya de lleno en la UE. También los "riesgos en cascada", como los que pueden venir de los efectos del cambio climático sobre la alimentación, particularmente en el sur de Europa. "Los impactos climáticos en la producción de alimentos puede ser una cascada en los medios de vida de zonas rurales y costeros, en el uso de la tierra, en colectivos social y sanitariamente vulnerables y en la economía en general", dice.
El informe calcula que el calor extremo somete a un "estrés de calor" a buena parte de la población europea, especialmente en el sur y en el occidente, después de que las temperaturas récord de 2022 se vinculen con entre 60.000 y 70.000 muertes prematuras en el continente. Este calor también tiene "efectos en cascada" en impactos sobre el bienestar humano, incluidos los trabajadores porque afecta a su productividad y aumenta la necesidad de destinar recursos a los sistemas sanitarios.
El documento advierte de que s no es toma una "acción decisiva" y, los riesgos serán "graves o catastróficos" ya a final de este siglo. "Cientos de miles de personas morirán por olas de calos y solo las pérdidas económicas por inundaciones costeras podrían superar un billón de euros al año", dicen los servicios medioambientales de la Comisión Europea, abogan por mantener las políticas del Pacto Verde de la UE que cada vez están más en la picota, a medida que se acercan las elecciones al Parlamento Europeo. Entre ellas, la reducción de emisiones de CO2, la Ley de Restauración de la Naturaleza para recuperar unos ecosistemas que asegura que se ven esquilmados y empeoran los impactos del cambio climático. "El uso insostenible de la tierra y la gestión del agua, la pérdida de biodiversidad y el aumento de la contaminación aumenta la vulnerabilidad de los ecosistemas a los peligros del clima".
El informe localiza estos riesgos climáticos en los ámbitos de la alimentación, la salud, los ecosistemas, las infraestructuras y economía y finanzas pero antes hace una primera distinción dentro de la UE por regiones. Aunque también la Europa del norte, la occidental y la centro-oriental se ven afectadas por la altas temperaturas, la sequía o bien la falta de agua o las riadas, solo hay una en la que todos estos indicadores van en la mala dirección. Se trata del sur de Europa, donde se encuentra España, que como las zonas bajas de costa y las islas "son puntos calientes para múltiples riesgos climáticos".
Tal y como puede verse en la cuarta columna, correspondiente al Sur de Europa, ya esta es una realidad -porque ya se dan en el "pasado- que ha subido la temperatura media, han aumentado los días de calor y han descendido las precipitaciones. Las gotas frías y la sequía también van en aumento en la región en la que se ubica España, y como en el resto de impactos, las previsiones es que se agraven en el futuro.
Agricultura y turismo estival
"El sur de Europa está particularmente en riesgo por los crecientes impactos del calor y las sequías en producción agrícola, el trabajo en el exterior, el turismo estival y los incendios. Dentro del sur de Europa, las zonas rurales y economías locales dependientes de servicios de ecosistema [agricultura, actividad forestal o pesca] están particularmente en riesgo", alerta el informe.
"Economías regionales y locales dependientes del turismo, de la agricultura, la pesca y la actividad forestal son especialmente sensibles a los cambios climáticos", dice el informe de una situación que perfectamente podría trasladarse a España. "Esto incluye a los Alpes y otras regiones montañosas, las regiones costeras y las islas del Mediterráneo así como grandes regiones del norte de Europa", añade.
Las regiones ultraperiféricas e islas de la UE forman una categoría espacial concreta, dentro de la que se ubican las islas Canarias. Comparado con otras islas, el archipiélago español no queda tan mal parado, aunque el informe alerta de que es necesario hacer más frente al riesgo para el ecosistema que suponen los incendios, que califica de situación crítica.
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