El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este jueves acerca del acuerdo sobre la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados: "Hoy empieza el camino para acabar con la represión. Es el inicio del final de una pesadilla que ha supuesto prisión, exilio y la amenaza sobre centenares de personas" por defender "la causa de la independencia de Cataluña". En este sentido, ha apuntado que el pacto permite "poner fin a la represión" del Estado contra el independentismo",  aunque ha advertido de que "queda mucho camino por recorrer". 

"La ley de amnistía es un reconocimiento de que la represión del Estado ha sido ilegítima, y por tanto, esta corrección nos da la razón a los que siempre hemos defendido que estábamos ante una causa general motivada políticamente", ha dicho a las puertas del Parlament.

Ha expresado su agradecimiento, no solo a los grupos que han pactado la ley (PSOE, ERC y JxCat), sino también "a los que hoy en comisión la han apoyado, y que han sumado sus votos para abrir una nueva etapa de derechos y libertades".

Aragonès ha explicado que su pensamiento se encuentra "en todas las personas que se sienten más aliviadas, por todos aquellos que tienen ganas de abrazar a sus familias, compañeros y amigos en sus casas, en Cataluña, y mi pensamiento está también en todos aquellos que sufrían por su futuro ya que podían acabar entre rejas debido a la represión política".

Ha tenido, asimismo, palabras de reconocimiento para "todas aquellas familias sobre las que pesaba la amenaza de represión económica solo por el hecho de que alguno de sus miembros era un representante político o un servidor público que hizo lo que tocaba hacer al servicio de la causa de Cataluña".

Aunque ha recalcado que este jueves es un gran día, Aragonès ha puntualizado, sin embargo, que sabe que queda mucho camino por recorrer, si bien el acuerdo, que supone un paso adelante impensable unos meses atrás, les da toda la fuerza para seguir adelante.

Según el presidente de la Generalitat, esta ley "blinda a los afectados lo máximo que puede blindar una ley, ya que en un Estado de derecho las leyes las aprueban los parlamentos, y después tienen que ser aplicadas por los tribunales".

Estos últimos, ha apuntado, deberían poder hacer "una aplicación de la ley de acuerdo con su contenido y el espíritu de la norma, que queda muy claro en la exposición de motivos".

Se ha mostrado convencido, en este sentido, de que "esta aplicación correcta de la ley llegará, aunque en algunos casos tendremos que batallar porque ya hemos visto actuaciones orientadas a tratar de impedir el acuerdo de hoy".

Un acuerdo, ha recalcado, que "es una mala noticia para aquellos que desde la Audiencia Nacional o desde el Tribunal Supremo se deciden a hacer política con el Código Penal", cuando "la política se hace con los votos y en los parlamentos, y el Código Penal se aplica para otras cosas".