Rosalía visita Inditex vestida de institutriz y la gente se vuelve loca. El éxito llama al éxito, el dinero llama al dinero y la corte de Amancio llama a Rosalía. Como una Cleopatra sugerente ante Marco Antonio, la cantante catalana se desliza en patinete, etérea y con tacones, por los largos pasillos de la empresa gallega. Algo estarán tramando para forrarse un poco más. Nos encantan estas noticias superficiales y cada vez nos gusta más convertir a las personas famosas en hologramas.
A Rosalía se le trata ya en las noticias como a un rey o como, en su día, a Rosa de España. Ha entrado en el territorio de la impunidad tonta y, si se sube a un patinete, será un acontecimiento para un importante grupo de cacatúas. Es evidente que las dos partes de esta reunión sacan algún tipo de tajada, mientras otros hablan de patinetes y tacones. Cada uno se dedica a lo que quiere o a lo que puede.
Como vemos, los que tienen talento y éxito siguen a lo suyo, aportando inspiración, valores y riqueza a la sociedad. Mientras tanto, al otro lado del éxito, en la curia política, la clase dirigente ofrece regulación, amenaza y control. Mientras Rosalía se pasea en patinete por Inditex, Yolanda Díaz opina sobre los horarios de la hostelería con vehemencia y anuncia más vigilancia e intervención.
Si Rosalía es un holograma, la pobreza energética es ya un concepto del pasado.
Por otro lado, el ministro de cultura, señor Ernest Urtasun, pelea a favor de la dignísima causa de bajar el IVA de las obras de arte moderno al diez por ciento, para que los que tienen dinero de sobra puedan ahorrar un poco más, además de desgravar, cuando compran arte. Son muchas las voces que han hecho notar la poca sensibilidad del anuncio justo en los mismos días en los que el IVA de la electricidad vuelve a subir al veintiuno por ciento.
Si Rosalía es un holograma, la pobreza energética es ya un concepto del pasado. No hay noticias de esas personas que no pueden calentar sus casas y nadie le pone cara y ojos a los preocupantes datos del INE que conocimos hace poco sobre este asunto y otros como la imposibilidad de salir de vacaciones o el incremento constante y creciente de la cesta de la compra. Parece que nos consolamos con Rosalía en patinete mientras los que mandan nos exprimen en lugar de ayudarnos. A seguir bien.
Comentarios