La imagen de Paris Jackson, hija de Michael Jackson, junto a Paul McCartney que cierra una enemistad histórica con The Beatles

Paul McCartney, Paris Jackson y Ringo Starr en la Paris Fashion Week de 2024.
Paul McCartney, Paris Jackson y Ringo Starr en la Paris Fashion Week de 2024.
Marc Piasecki/WireImage/Gety
Paul McCartney, Paris Jackson y Ringo Starr en la Paris Fashion Week de 2024.

La Semana de la Moda de París que se está celebrando estos días ha dejado una imagen bastante curiosa y, a su vez, histórica. Y, contrariamente a lo que se pudiera pensar, no es así para los fans del mundo de las pasarelas sino para los amantes de la música: la fotografía que reúne a Paul McCartney y Ringo Starr, los únicos miembros vivos de The Beatles, con Paris Jackson, la hija de Michael Jackson.

Con esta instantánea en la que la joven modelo de 25 años aparece sentada entre ambos músicos se cierra una herida entre dos de los iconos musicales más importantes del siglo XX pues, aunque en un principio fueron amigos, todo se torció en 1985, comenzando una enemistad que, al parecer, ha durado hasta ahora.

Paul McCartney y Michael Jackson ya eran dos de los tótems de los mitómanos de principios de la década de los 80 cuando decidieron colaborar en varias canciones repartidas en discos de ambos: Say Say Say, Ebony and Ivory, The Girl Is Mine o The Man, por ejemplo. Una relación fructífera que se fue al traste con lo que el ex Beatle consideró una traición por parte de su amigo.

Veinticuatro años antes de la muerte del Rey del Pop en 2009, este decidió adquirir, sin consultarlo con Paul, todo el catálogo de los Beatles, lo que le convertía en el dueño de los temas que había compuesto la banda y sus posteriores usos y beneficios —algo parecido a lo que ocurriría a Taylor Swift, con la diferencia de que el grupo ya no podía regrabar sus antiguas canciones—.

Pero parece que Paris Jackson, en la ciudad por la que precisamente recibió su nombre, ha sellado la paz con el mítico grupo reconciliándose con ambos en nombre de su padre y la imagen, ya simbólica, de ella sentada entre Paul y Ringo en el front row del evento de moda es el mejor ejemplo de ello.

Casi 40 años después, una enemistad surgida de las disputas por los derechos de las canciones parece cerrada, lo que ha causado una enorme alegría entre los fans de ambas partes, si bien entre ambos nunca pudieran volver a entenderse. Quién sabe si habrá más gestos como este en el futuro, dado que los tres se sentaron a ver el desfile de Stella McCartney, la hija del compositor de Liverpool, que en junio cumplirá 82 años.

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