Un accidente espacial pudo haber contaminado la Luna de tardígrados

Los tardígrados (a la izquierda) son conocidos por su capacidad para sobrevivir incluso en los climas más extremos.
Los tardígrados (a la izquierda) son conocidos por su capacidad para sobrevivir incluso en los climas más extremos.
Getty Images / WIKIPEDIA
Los tardígrados (a la izquierda) son conocidos por su capacidad para sobrevivir incluso en los climas más extremos.

Los tardígrados, también llamados osos de agua, son las criaturas más resistentes del planeta, capaces de sobrevivir en condiciones extremas que no existen en la Tierra. ¿Y en la Luna? El accidente de una sonda espacial en 2019 con tardígrados en su carga, contaminó la superficie lunar de estos animales microscópicos, y todavía se desconoce si han sobrevivido o no, una incógnita que plantea muchas cuestiones, como explica Laurent Palka, profesor en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, en un artículo publicado recientemente en The Conversation.

La sonda espacial no tripulada, llamada Beresheet, se puso en órbita alrededor de la Luna en febrero de 2019, y estaba destinada a ser la primera nave espacial privada en realizar un aterrizaje suave. Entre la carga útil había tardígrados, conocidos por su capacidad para sobrevivir en toda clase de climas.

Palka ha recordado en su artículo que esta misión "tuvo problemas desde el principio", y todo fue a peor a partir del 11 de abril, el día en que tenía previsto alunizar. La nave había viajado a gran velocidad de camino a la Luna y se vio obligado a reducirla para poder descender a la superficie. Sin embargo, durante la maniobra de frenado falló un giroscopio y se bloqueó el motor primario, por lo que terminó impactando de forma violenta contra la Luna.

Como consecuencia, la sonda se hizo añicos y sus restos quedaron esparcidos por una superficie de unos cien metros. A partir de aquí, el experto plantea la pregunta: ¿qué pasó con los tardígrados que viajaban en la sonda?

Palka, especialista en el campo de la ecología del suelo y la ecología urbana, explica que la mayoría de los tardígrados —se conocen más de 1.200 especies— "viven en ambientes acuáticos, pero se pueden encontrar en cualquier ambiente, incluso urbano", apunta.

Su capacidad de resistencia es extrema, tal y como describe: "Son famosos por su resistencia a condiciones que no existen ni en la Tierra ni en la Luna. Pueden detener su metabolismo perdiendo hasta el 95% del agua de su cuerpo. Algunas especies sintetizan un azúcar, la trehalosa, que actúa como anticongelante, mientras que otras sintetizan proteínas que se cree que incorporan constituyentes celulares en una red amorfa 'vítrea' que ofrece resistencia y protección a cada célula".

Durante esa fase de deshidratación, prosigue Palka, "el cuerpo del tardígrado puede reducirse a la mitad de su tamaño normal. Las patas desaparecen y solo quedan visibles las garras. Este estado, conocido como criptobiosis, persiste hasta que las condiciones para la vida activa vuelven a ser favorables", indica.

En el caso de los tardígrados que se estrellaron con la sonda espacial en la Luna, primero tuvieron que ser capaces de haber sobrevivido al impacto, antes de enfrentarse a las condiciones climáticas del satélite.

Pruebas de laboratorio han demostrado que ejemplares congelados de la especie Hypsibius dujardini que viajaban a 3.000 km/h en el vacío sufrieron daños mortales al estrellarse contra la arena. Sin embargo, en esas pruebas sí que sobrevivieron a impactos de 2.600 km/h o menos. El 'aterrizaje forzoso' sobre la Luna fue mucho más lento que esas velocidades, por lo que habría una alta posibilidad de supervivencia.

Por otro lado, a diferencia de la Tierra, la superficie lunar no está protegida de las partículas solares ni de los rayos cósmicos, en particular los rayos gamma, pero incluso aquí los tardígrados podrían resistir, apunta el experto, que señala a un experimento exitoso llevado a cabo por el profesor Robert Wimmer-Schweingruber en la Universidad de Kiel en Alemania.

En este sentido, "no pueden superar la falta de agua líquida, oxígeno y microalgas", por lo que "su colonización de la Luna es imposible". No obstante, Palka pide no olvidar que hay especímenes inactivos en suelo lunar. "En un momento en el que la exploración espacial despega en todas direcciones, contaminar otros planetas podría significar que perderíamos la oportunidad de detectar vida extraterrestre", concluye.

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