Ahorrar es un privilegio. Uno de esos, a los que, al menos, un tercio de los hogares españoles que no llegan a fin de mes -según el informe de la Red Española de Lucha contra la Pobreza- no pueden acceder. Pasaba antes y pasa ahora cada vez más, con el aumento de la inflación, que ha provocado, a su vez, el aumento del porcentaje de población en riesgo de exclusión social, alcanzando el 26,5%, cinco décimas por encima de 2022 y tres décimas más que antes de la pandemia. Todos estos ingredientes dan como resultado que los ahorros medios de los españoles sean de solo un 7,6% de sus ingresos, en comparación con la media europea del 12,7%, según datos de Eurostat.

Se trata de una situación preocupante que requiere de cambios estructurales. Sin embargo, existen algunos métodos que pueden ayudarnos a gestionar nuestra economía y sobrellevar la crisis económica.

Método Kakebo: promover la independencia económica de las amas de casa 

La independencia económica de las mujeres es el primer paso para su emancipación. Esta era una de las certezas de Motoko Hani, la primera mujer periodista de Japón, allá por el año 1904, y creadora del método Kakebo, pensado para ayudar a las amas de casa a registrar detalladamente los gastos familiares y ahorrar de un modo eficaz, proporcionándoles una herramienta sencilla para tener el control de las finanzas domésticas. 

Sin embargo, lo que nació como un método de finanzas para las mujeres que gestionaban el hogar, evolucionó, extendiéndose a una audiencia más amplia, y ahora, con el interés global por las prácticas de vida minimalista y consciente, ha ganado popularidad.

¿Cómo es el método Kakeb?

Este "libro de cuentas para la economía doméstica" busca hacernos conscientes de los ingresos y gastos a través del registro meticuloso de todos ellos. La clave de este método es el uso de lápiz y papel, ni hojas de cálculo, ni documentos digitales, porque es a través de la escritura a mano como se refuerzan las conexiones cerebrales y el recuerdo de las finanzas. 

Así, como si de una agenda se tratase, el método kakebo se estructura por meses, semanas y días. La idea es apuntar los gastos cotidianos: bares, comidas, botellas de agua, tabaco y demás extras para, al final de mes, hacer balance y sumar todos los resultados semanales. 

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Aunque más que un método de ahorro, kakebo podría considerarse una filosofía sobre el consumo consciente: aprender a gastar en aquello que realmente queremos gastar y promover la costumbre de reflexionar antes de realizar una comprar, porque quizás, antes de hacerlo, podemos compartir un producto con amigos o familiares.

Cómo empezar con Kakebo

Aunque existen agendas de ahorro del método Kakebo listas para comprar, también puede hacerse solo con un papel y un lápiz:

Cada mes:

Ingresos y gastos fijos. El primer paso es apuntar nuestros ingresos a principio de mes. Aquellas personas con sueldo fijo lo tendrán más fácil que quienes tienen ingresos variables. Después, se apuntan los gastos fijos como el alquiler o la hipoteca, los seguros, las suscripciones a plataformas, el gimnasio... De la cantidad que resulte de restar los gastos de los ingresos podremos decidir cuánto podemos ahorrar cada mes.

Cada día:

Cada semana:

El domingo, al finalizar la semana, se realiza un balance de los gastos variables, sumando las columnas de gastos esenciales, de ocio, cultura e imprevistos, y se restarán del presupuesto disponible hasta fin de mes.

Este mismo balance se repetirá al final de cada mes: se sumarán los gastos variables de cada semana para comprobar si hemos llegado o no a la cantidad prevista a principio de mes para ahorrar.