Ya se puede conocer qué cantidad se debería pagar como referencia por un piso en alquiler. Este martes el Ministerio de Vivienda ha publicado el índice que permite, a cualquier usuario, identificar cuál es el rango máximo y mínimo de cantidades que debería abonar por el arrendamiento de una vivienda en función de la zona en donde se ubique y las características que presente ese domicilio.
Se trata de una herramienta que ya estaba prevista en la ley de vivienda aprobada en la pasada legislatura y que, como han indicado desde el ministerio, se ha calculado a partir de los datos de la declaración de la renta de 2,5 millones de propietarios que poseen una o más residencias en alquiler. Su intención es establecer un indicador para evitar la especulación y que cualquier inquilino pueda recurrir a él para buscar cuál es exactamente la cuantía que debería pagar, tanto por arriba como por abajo, por un piso concreto. Además, servirá de referencia para las zonas que se declaren como áreas tensionadas, una distinción que, de momento solo se espera que se declare en algunos puntos de Cataluña.
Con esta nueva herramienta, una breve búsqueda en los portales inmobiliarios indica como, en Madrid, los pisos guardan una enorme diferencia. Para viviendas que se ofertan con alquileres por encima de los 2.500 euros o incluso los 3.000 al mes, la realidad es que los inquilinos deberían pagar entre 1.000 y 1.300 euros.
Malasaña, alquileres de 3.000 para pisos de 1.200 euros
Esto ocurre especialmente en numerosos barrios de la capital, como la zona de Malasaña. Una simple búsqueda en portales como Idealista o Fotocasa indican que el alquiler por un piso de dos o tres habitaciones se encuentra, como mínimo, por encima de los 2.000 euros al mes en esta parte de la capital. Por ejemplo, en una de estas webs, una oferta llega a pedir hasta 3.000 euros por un piso amueblado de 112 metros cuadrados ubicado en la calle Corredera Alta. Posee tres habitaciones, cuenta con aire acondicionado, calefacción y se encuentra en un segundo piso con ascensor.
La búsqueda de esta misma vivienda en el índice, introduciendo estas mismas características, así como la calle y el número exactos en el que se encuentra, indica sin embargo que el precio que debería pagar un inquilino se sitúa entre los 1249 euros y los 1678 euros por esta vivienda, es decir, hasta 1.500 euros menos de lo que se pide realmente por ello.
Lo mismo ocurre por ejemplo con otro piso ubicado en la calle San Vicente Ferrer, del mismo barrio madrileño. Su oferta en internet asegura que dispone de dos habitaciones, 75 metros cuadrados, ascensor y que está totalmente amueblado. Con estos datos, su precio medio mínimo en el índice de referencia es de 907 euros y su máximo es de 1231. No obstante, la oferta publicada en el portal inmobiliario alquila esta vivienda por más del doble, 2.400 euros al mes.
Hasta 400 euros menos por un estudio en La Latina
La Latina es otra de las zonas donde se dan estas grandes diferencias. Un alquiler en la calle Cava Baja de este barrio, con 135 metros cuadrados, tres habitaciones y amueblado, pero sin ascensor, se publica por 3.200 euros al mes. El índice, sin embargo, refleja que, aunque se trate de un piso con muy buenas características, su precio al mes debería ser mucho menor, entre los 1438 euros y los 1914.
Otra vivienda, en esta ocasión un estudio más pequeño, presenta aún así la misma diferencia. Con una sola habitación, 35 metros cuadrados, con ascensor y la cocina equipada, se alquila hasta por 1.040 euros en la misma calle. Sin embargo, el alquiler de referencia que refleja la herramienta del Ministerio de Vivienda debería ser de hasta 400 euros menos, concretamente entre 539 y los 757.
Lavapiés o Arganzuela, otros barrios tensionados
Tras seguir buscando, estas mismas circunstancias se repiten continuamente en otras muchas zonas de la capital madrileña. En la calle Argumosa del barrio de Lavapiés, se anuncian infinidad de pisos por un rango que oscila entre los 800 euros y los 2.000. Uno de ellos, por ejemplo, anuncia en uno de estos portales inmobiliarios, un piso de dos habitaciones y 55 metros cuadrados por 1.200 euros. Se encuentra en una segunda planta y cuenta con ascensor, por lo que hay que introducir también estas circunstancias en el portal.
Tras incluir estos datos, la herramienta refleja que un inquilino no debería pagar más de 1.000 euros, y su alquiler se podría reducir incluso hasta los 700 según esa zona y esas características. Algo parecido ocurre también en el distrito de Arganzuela, donde un piso en la calle Delicias de 88 metros cuadrados y dos habitaciones se ofrece en alquiler por 1.349 euros al mes. Sus características, volcadas en el índice, reflejan que en realidad, su precio debería oscilar entre los 1.000 euros y los 1.300 por lo que, aunque por poco, su arrendamiento también se encuentra por encima de la referencia que ha creado el Ministerio de Vivienda.
Esto mismo ocurre con la gran mayoría de los pisos madrileños que se introducen en esta herramienta. El índice está así al alcance de cualquier persona para su consulta. Además, no se trata de una referencia meramente informativa, ya que aquellas zonas que se declaren como tensionadas por los gobiernos autonómicos tendrán que tomar estas cantidades como norma para determinar la cuantía de un nuevo contrato.
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