Las letras del Tesoro son un instrumento de ahorro que ofrece el Estado a los inversores que quieren obtener una rentabilidad fija y segura a corto plazo. Se trata de deuda pública que se emite al descuento, es decir, que se compra por un precio inferior al que se recibe al vencimiento. La diferencia entre ambos importes es el rendimiento que se obtiene por la inversión.
Se tratan de un producto financiero popular entre los ahorradores, que ofrecen plazos de vencimiento flexibles, que van desde los 3 hasta los 12 meses, según las preferencias del inversor. El precio de estas letras se determina en subastas del Tesoro Público, reflejando la dinámica de oferta y demanda del mercado. Con la garantía del Estado y sin comisiones, las letras del Tesoro son una alternativa segura y rentable para quienes buscan opciones más atractivas que los depósitos bancarios. Sin embargo, no están exentas de tributación.
¿Cómo se tributa su rendimiento?
El rendimiento de este producto se determina por la diferencia entre el precio de compra y el importe obtenido en la venta. Se declara en el ejercicio fiscal en el que se produce la venta, independientemente del plazo de vencimiento. Por ejemplo, si se adquiere una letra del Tesoro en diciembre de 2023 y se vende o amortiza en enero de 2024, el rendimiento se reportará en la declaración de la renta correspondiente al periodo 2024-2025.
El rendimiento se considera parte de la base imponible del ahorro, que incluye otros ingresos de capital mobiliario y las ganancias y pérdidas patrimoniales de la venta de activos. Esta base está sujeta a un impuesto progresivo, que varía según los tramos de ingresos. En la declaración de la renta 2023-2024, los tramos y tipos de impuesto aplicables son los siguientes:
- Hasta 6.000 euros de beneficio: tributan al 19%.
- Entre 6.000 y 50.000 euros de beneficio: tributan al 21%.
- Entre 50.000 y 200.000 euros de beneficio: tributan al 23%.
- Entre 200.000 y 300.000 euros de beneficio: tributan al 27%.
- Más de 300.000 euros de beneficio: tributan al 28%.
Este impuesto se aplica a los ingresos generados por este producto, así como otros ingresos de inversión, conforme a la escala de gravamen establecida por la legislación fiscal. Para calcular la cuota a pagar por el rendimiento de las letras del Tesoro, se debe multiplicar el rendimiento neto de cada tramo por el tipo correspondiente y sumar los resultados.
¿Cómo se declara en la Renta?
Lo obtenido con las letras del Tesoro se declara en la Renta anual, específicamente en la casilla 30 del apartado de rendimientos procedentes de la transmisión o amortización de letras del Tesoro. Si se ha recibido el borrador, es importante revisar que los datos estén correctos; de lo contrario, se deben modificar.
Es esencial conservar los justificantes de compra y venta o amortización por si la Agencia Tributaria los requiere como comprobante del rendimiento declarado.
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