Balas de paja ardieron en la capital belga coincidiendo con el Consejo de los ministros de Agricultura de la UE. Los agricultores llevaron sus máquinas y tractores al barrio comunitario para exigir medidas que aligeren la burocracia, reduzcan las exigencias medioambientales y la competencia de países terceros. La protesta coincidió con una nueva tractorada en Madrid frente al Ministerio de Agricultura, cuyo titular abogó en Bruselas por un pacto europeo para el campo que responda a las inquietudes del sector. Es obvio que el problema y la solución están en Europa.