Una de las mujeres más temidas de la historia nació un 29 de febrero de 1956. La llamaban “la mujer araña”. Aileen Wuornos tuvo una infancia difícil. Sus padres la abandonaron, vivía con su abuela, una alcohólica maltratadora, y con su abuelo, que abusaba sexualmente de ella. Antes de cumplir la mayoría de edad se quedó embarazada, dio el bebé en adopción, se escapó de casa, y terminó ejerciendo la prostitución.
Al cumplir los 30 años, se enamoró de una mujer que conoció en un bar de rock, Tyria Moore. Vivieron unos años de volcánica relación, juntas cometieron algún que otro delito, hasta que un día, Aileen le confesó a Tyria que había sido violada, y que había asesinado a su agresor. Ese fue el detonante que desató la furia.
Desde aquel momento, Aileen empezó a matar. Llegó a quitarle la vida a siete hombres en menos de un año, a través de un mismo modus operandi: se vestía de negro, ofrecía sus servicios sexuales, subía a sus vehículos y los mataba a tiros. Luego les robaba y tiraba sus cuerpos por la carretera. Las Thelma y Louise en versión criminal intentaron darse a la fuga en un coche robado, un Pontiac Sunbird de los 80, con el que se estrellaron. Aquel accidente precipitó su detención. Tyria terminó colaborando con la justicia y Aileen fue condenada, finalmente ejecutada, en 2002.
Su historia inspiró la película ‘Monster’ protagonizada por Charlize Theron. Uno de los detectives encargados del caso, Bob Kelley, dijo ante el Tribunal que se trataba de la primera “depredadora femenina”. En efecto, constan pocas mujeres asesinas en serie. Según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, cerca del 95% de los homicidios a escala mundial son cometidos por hombres, y la ciencia todavía no ha conseguido explicar el por qué.
Cerca del 95% de los homicidios a escala mundial son cometidos por hombres, y la ciencia no ha conseguido explicar el por qué
Múltiples investigadores de diversas disciplinas han buscado las razones empíricas. Algunos mencionan la teoría del control social, que explicaría que las mujeres, históricamente, han sido educadas de manera diferente. Al varón se le asociaba con la fuerza, a la mujer, con la calma, y la socialización de género implicaría dinámicas de poder diferenciadas.
Desde el punto de vista biológico, la mayor parte de análisis se basan en las hormonas, los genes o la composición cerebral. Pero tal es la controversia en la propia comunidad científica, que el debate acaba en “polémicas neurosexistas”.
Lo que sí aclaran las estadísticas es que las mujeres matan menos, y lo hacen de forma diferente a los varones. Difieren, por ejemplo, en las técnicas. Ellas suelen recurrir a métodos más pasivos y menos evidentes, como el uso del veneno o la asfixia. Las motivaciones también son distintas. Prevalece la defensa propia, la protección de los hijos, o las consecuencias de trastornos mentales. Destacan los fines lucrativos como robos, estafas, tráfico, o delitos contra el patrimonio. El hombre, en general, mata más por agresividad e impulsividad, odio o competitividad. La mujer es más cauta, más estratega, más sigilosa. Unas características que, de hecho, se ven reflejadas en el historial de asesinas en serie españolas.
Margarita, la viuda negra de Hospitalet
Margarita Sánchez Gutiérrez mató a su marido, su cuñado y dos vecinos. Buscaba robarles los ahorros y los envenenó poco a poco. Ella decía que su intención era sedarlos, no matarlos. En 1998 fue condenada a 34 años de prisión.
Pilar, la envenenadora de Valencia
Pilar Prades fue la última mujer ejecutada por garrote vil, a finales de los años 50. Formaba parte del personal de servicio en domicilios particulares. Le echaba matahormigas con arsénico al café. Cometió un asesinato, aunque intentó matar a varios de los dueños de las casas en las que trabajaba. Entre las motivaciones destacaron el robo, los celos y la envidia.
'Paqui', la envenenadora de Melilla
Francisca Ballesteros mató a su marido y a sus dos hijos suministrándoles altas dosis de medicamentos. Terminó confesando los crímenes y fue condenada, en 2004, a más de 80 años de prisión. Dijo que sufría malos tratos por parte de ellos, y quiso vengarse y defenderse.
Encarnación Jiménez, la 'mataviejas'
Encarnación Jiménez Moreno robó a más de una quincena de ancianas y mató a dos de ellas, asfixiándolas y golpeándolas. Engañaba a sus víctimas haciéndose pasar por vendedora, entraba en sus domicilios y les quitaba las joyas. El peritaje psicológico argumentó que sufría un grave trastorno de la personalidad.
La idea de la mujer asesina seductora, vanidosa o vengativa parece más un constructo literario y cinematográfico, que verdaderamente estadístico. En general, la mujer mata por protección o lucro, usa menos fuerza, y actúa con mayor discreción.
Biografía
Carmen Corazzini estudió periodismo y Comunicación Audiovisual. Se especializó con un máster en 'Estudios Avanzados en Terrorismo: análisis y estrategias' y otro en 'Criminología, Victimología y Delincuencia'.
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