Era una campaña publicitaria para promocionar un concierto. Por encontrar un maletín con mil euros que habían enterrado tres youtubers, decenas de jóvenes se pusieron a excavar las dunas de Maspalomas, en la isla de Gran Canaria. Esto ya no es un juego porque hablamos de un espacio protegido.
Estas dunas, ubicadas en el ayuntamiento canario de San Bartolomé de Tirajana, son reserva natural. Como tal, hay un régimen sancionador para quien realice actuaciones sin autorización. El Cabildo de Gran Canaria ya ha abierto una investigación.
Con el material difundido en redes sociales y una inspección al lugar afectado, los agentes de Medio Ambiente están preparando el informe-denuncia, que será trasladado a la Fiscalía si se observa un delito medioambiental. Como poco, las multas por saltarse la prohibición de paso oscilan entre los 150 y los 300 euros.
Valor natural y paisajístico únicos
Las Dunas de Maspalomas son un Espacio Natural Protegido situado al sur de la isla de Gran Canaria. Recibieron ese estatus en 1987, pero desde 1994 tienen categoría de Reserva Natural Especial. Ocupan casi 404 hectáreas y es lugar de descanso para cientos de aves migratorias.
Un campo de dunas vivas de arena orgánica, un bosque de palmeras, una laguna salobre y una playa forman un conjunto cuyos ecosistemas diferenciados tienen un valor natural y paisajístico únicos en el mundo. Este tesoro es fruto del paso de los siglos. Maspalomas ha nacido a partir de los aportes acumulados en la desembocadura del barranco de Fataga y sus afluentes los barrancos de Vicentes, Ayagaure y Chamoriscán.
Cómo se formaron las dunas
Por su costado oriental, los restos arrastrados por el mar estaban formados por conchas de numerosos moluscos en su gran mayoría, y arrojados a la playa por las mareas vivas. Se forman entonces pequeños montículos de arena. Estos son colonizados en parte por algunas plantas, como el Balancón (Traganum Moquini).
La presencia de esta planta actúa como obstáculo y eso es lo que da origen al nacimiento de la duna. Éstas llegan a su madurez al alcanzar los 15/25 metros de altura y hasta unos 200 metros de anchura. Las dunas están en constante movimiento debido a la acción del viento. Los alisios, que soplan desde la orilla de la Playa del Inglés, empujan la arena tierra adentro a una velocidad de 2 a 5 metros por año.
Arena que viaja de isla en isla
- Existe un curioso fenómeno llamado Circulación general de arenas en las Canarias orientales y que afecta a Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. Se conocen claramente cinco bandas de circulación de arenas volátiles probablemente conectadas: el Jable en Lanzarote; el estrecho de la Bocaina; el istmo de Jandía en Fuerteventura; el istmo de Guanarteme y Punta de Maspalomas en Gran Canaria.
La Charca de Maspalomas
En este desierto de arena hay una pequeña laguna costera de aguas salobres. La Charca de Maspalomas es testigo de las antiguas marismas, que fueron destruidas por las urbanizaciones construidas en el entorno. La laguna está separada del mar por una barra de arena, que se rompe con las grandes lluvias. Eso permite la renovación del agua de la Charca y la entrada de peces y otros organismos.
Su estacionalidad se traduce en grandes variaciones en la salinidad y volumen del agua, así como de las comunidades de aves que la visitan. En su entorno existen manchas de vegetación acuática de carrizales y bosquecillos de Tarajales, que son indispensables para las aves e invertebrados. Constituye un excelente refugio para las aves, tanto migratorias como nidificantes.
Un mar de arena que crece y decrece
Todo este gran campo de dunas, desde su origen, ha ido alternando fases de ampliación y reducción de su superficie. Actualmente estaríamos en un episodio de expansión dunar de los que se han sucedido a lo largo de la historia, expansión que se inició hace siglos y que aún continúa.
En este enclave, se extiende una playa de casi 6 km de longitud. En el geosistema que forman dunas, charca y oasis de Maspalomas destacan especies vegetales tan importantes como la Aulaga (Aunaea arborescens) o el Balancón. Crece vegetación propia de suelos salinos como la Juncia desnuda (Cyperus laevigatu), o más alejado del mar, especies como el Tarajal (Tamarix canariensis) o el Junco (Juncus acutus).
Especies autóctonas
La temperatura media anual es de 23,5 °C (21 en invierno y 30 en verano). Las noches son templadas y cálidas. Llueve poco; apenas unos 10 o 15 días al año.
Estas dunas son hoy en día un conjunto vivo natural de especies autóctonas y de un enorme valor científico y paisajístico. La mayor parte de la flora y algunas de las especies orníticas que visitan las zonas húmedas se encuentran protegidas por leyes nacionales y autonómicas.
Aves e insectos
Abundan las especies de insectos sabulícolas, entre ellos algunos endémicos, relacionadas con la fauna africana, que sólo se conocen en este entorno, como el lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) que puede ser divisado de manera abundante en la zona del palmeral próximo a la Charca de Maspalomas y un gran número de aves.
Entre las aves que pueden verse en las Dunas de Maspalomas, algunas nidificantes como cigüeñuelas, gallinetas, fochas, chorlitejos, estorninos, bisbitas y tórtolas, y las migratorias, como flamenco, garcetas, garzas, abubillas, zarapitos, correlimos y vuelvepiedras.
Las Dunas de Maspalomas son un espacio bien conservado, cuyo entorno se encuentra fuertemente influenciado por los seres humanos, lo cual supone una seria amenaza para su pervivencia. Ya hemos visto que fue la acción humana la que acabó con las antiguas marismas.
La zona reservada abarca todo el territorio dunar y cuenta con tres áreas delimitadas: de uso general, de uso restringido y zona de exclusión. En todas ellas existe un régimen sancionador para las entidades que realicen actuaciones sin autorización, así como a las personas que participen en ellas.
Comentarios