La espectacular imagen que muestra como ha cambiado el Sol en dos años

Así ha cambiado el sol en dos años.
Así ha cambiado el sol en dos años.
ESA
Así ha cambiado el sol en dos años.

El Sol lleva desde el inicio de los tiempos abasteciendo de luz y calor al planeta Tierra y, aunque parece que no pasan los años por él, está en constante cambio. Así lo han demostrado unas imágenes periódicas tomadas por el  Solar Orbiter de la ESA y recogidas por Science Alert, donde se puede ver la evolución del gran astro a medida que nos acercamos al pico del ciclo solar actual.

Fue a partir de 1843 cuando se comenzó a conocer con mayor profundidad el recorrido del sol, después de que Samuel Heinrich Schwabe pasase 17 años observando la variación de las machas solares. Desde entonces, se ha ido haciendo un seguimiento cada once años para conocer los entresijos de nuestra estrella hasta nuestros días.

El Solar Orbiter despegó en 2020 y ha ido fotografiando hasta ahora al Sol. Sin embargo, su lanzamiento en esa fecha no fue casualidad, pues ocurrió justo cuando la estrella daba signos de estar despertando y, aunque se esperaba un máximo, el Sol sorprendió con una gran actividad que podría apuntar a la llegada de su pico de actividad durante este año 2024. La comunidad científica había puesto fecha a este evento en 2025, por lo que se estaría adelantando un año.

Imagen del sol captada en febrero de 2021.
Imagen del sol captada en febrero de 2021.
ESA

Desde la ESA han publicado recientemente dos imágenes que distan dos años la una de la otra, pero que son muy diferentes. En la primera foto, tomada en febrero de 2021, se puede ver un Sol homogéneo, pero en la segunda, tomada en octubre de 2023, una gran actividad bulle en la superficie de la estrella donde se han dejado ver grandes tormentas geomagnéticas y llamaradas

Imagen del sol captada en octubre de 2023.
Imagen del sol captada en octubre de 2023.
ESA

Una gran bola de gas

La estrella central de nuestro sistema solar en una gran bola de gas cargada eléctricamente que puede mover su campo magnético. Cuando el Sol gira, este campo magnético se mueve con él, pero como la bola de fuego gira más rápido en el ecuador que en los polos, las líneas del campo magnético se enrollan entre sí. 

De esta forma se genera una tensión que hace que las líneas puedan llegar a romperse y recorran la superficie solar, provocando así lo que se conocen como manchas solares. Estas manchas en la superficie del sol son regiones donde se encuentran las concentraciones más densas de material solar, impidiendo así el flujo de calor hacia la superficie visible. 

A medida que el campo magnético se distorsiona, las manchas se vuelven más numerosas. Durante las últimas observaciones, los científicos detectaron una migración de las manchas desde regiones polares al ecuador a medida que avanza el ciclo solar. 

Consecuencias de la actividad solar

Los cambios en la actividad del Sol afectan de manera directa a la Tierra. Las machas pueden provocar fuertes erupciones que envían grandes chorros de materia y energía al espacio, lo cual nosotros lo percibimos comúnmente como auroras boreales. 

Es normal ver auroras boreales en los Polos, pues allí, nuestro campo magnético es más débil. Sin embargo, debido a las tormentas solares el campo magnético se deforma más y por eso cada vez es más frecuente ver auroras boreales en sitos donde no son habituales, como por ejemplo en Extremadura, donde se vio una el pasado mes de abril. 

Un exceso de actividad solar podría producir daños en las comunicaciones por radio, en las redes eléctricas terrestres e incluso dejar fuera de juego a los satélites. No obstante, los científicos aseguran que misiones como Solar Orbiter de la ESA o Parker Solar Probe, de la NASA, permiten conocer mejor la estrella para estar mejor preparados ante eventos de este tipo.

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