Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Ucrania, luz sobre las tinieblas

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en rueda de prensa desde Kiev.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en rueda de prensa desde Kiev.
EFE
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en rueda de prensa desde Kiev.

Dos años después de la invasión rusa, la guerra atraviesa su momento más delicado para Ucrania y las democracias occidentales. El horizonte de victoria que existía hace un año se ha esfumado, y aquel entusiasmo, sin duda más propagandístico que realista, se ha transformado en un pesimismo igualmente injustificado. "La luz siempre prevalece sobre las tinieblas", difundió en Telegram el nuevo comandante en jefe ucraniano Oleksándr Syrsky, en un intento de insuflar la moral a las tropas. 

Como ha explicado el teniente general Francisco Gan Pampols en sus análisis sobre la evolución de la contienda, no hay que confundir lo relevante con lo definitivo. Ni el mar Negro ha dejado de estar bajo control ruso, por mucho que los drones ucranianos hayan logrado el hundimiento de algunos buques, ni la reciente toma de Avdiivka por el ejército de Putin va más allá de ser una victoria táctica. El revés ucraniano no cambia nada. No estamos ante ningún punto de inflexión de la guerra. Lo único que certifica es que el conflicto lamentablemente va para largo.

Los europeos no podemos olvidarnos de que la causa ucraniana es también la nuestra, y de que la mejor manera de poner freno a los sueños expansionistas del autócrata del Kremlin es ganando esta guerra. El presidente Zelenski lleva meses quejándose de falta de munición, defensas áreas, y misiles de largo alcance por parte de Occidente, y el alto representante de la UE de Exteriores, Josep Borrell, ha instado a los Veintisiete a hacer más. Sorprende leer en medios como Bloomberg que Francia y Alemania se culpan mutuamente de no estar proporcionado las armas suficientes. 

En efecto, la ayuda militar europea es escasa y llega tarde. Lo peor de todo es que el tiempo transcurre en nuestra contra, sobre todo si tenemos en cuenta la posible llegada de Trump a la Casa Blanca. Europa debe definir con urgencia un plan que hasta ahora no existe en industria de defensa, ámbito donde la Comisión sí tiene competencias. Entre tanto, las sanciones económicas contra Rusia no están funcionado, pues son sistemáticamente burladas por nuevos circuitos comerciales. El gas que no nos vende directamente se lo compramos a través de países terceros, solo que más caro, y lo mismo ocurre con nuestras exportaciones. Vamos ya por el decimotercer paquete de sanciones europeas en solo 24 meses, lo que demuestra que la gradualidad no siempre es una buena estrategia.

La única forma de que se haga la luz sobre las tinieblas es asumiendo que el momento es crítico. Los europeos debemos ser conscientes de lo mucho que nos jugamos. No podemos normalizar la guerra en Ucrania ni conformarnos con prestarle una ayuda militar a medias, porque en ese escenario Putin tiene las de ganar.

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