Sánchez destaca la sintonía con Marruecos: "Tenemos la mejor relación en décadas"

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es recibido por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en su primer viaje oficial de esta legislatura a Marruecos.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es recibido por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en su primer viaje oficial de esta legislatura a Marruecos.
Moncloa
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es recibido por el rey de Marruecos, Mohamed VI, en su primer viaje oficial de esta legislatura a Marruecos.

La relación actual entre España y Marruecos es "la mejor en décadas". La ha definido así el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha desplazado este miércoles hasta Rabat para tener una audiencia privada con el rey Mohamed VI, además de reunirse con su homólogo alauí, Aziz Ajanuch. Aunque el jefe del Ejecutivo vuelve a España ensalzando el compromiso de Marruecos con la gestión migratoria, no ha logrado concretar una fecha para la apertura de aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, pese a que fue uno de los puntos firmados por el presidente español y el monarca marroquí hace dos años, cuando sellaron una reconciliación que todavía dura y cuyo documento es la "espina dorsal" de las buenas relaciones que mantienen en la actualidad ambos países.

"Por la parte española está todo hecho", ha asegurado el presidente. En una rueda de prensa desde el Palacio de los Huéspedes de Rabat, ha asegurado que ambos Ejecutivos celebrarán "pronto" una nueva reunión para "clarificar" la normativa de aduanas. "El jefe del Gobierno me ha asegurado que, tan pronto como se completen los preparativos en su parte, se abrirán las aduanas", ha añadido Sánchez, que ha insistido en que se cumplirán "todos y cada uno" de los puntos firmados en abril del 2022, en un documento en el que España asumía el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental después de la crisis diplomática abierta entre ambos países meses antes por la atención médica en Logroño de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario y enemigo declarado del reino alauí. 

Fuentes gubernamentales aseguran que esta apertura no se demorará más allá de este año y que las autoridades marroquíes se han comprometido a resolverlo, puesto que no se trata -continúan las mismas fuentes- de problemas políticos o jurídicos, sino "fitosanitarios". En Ceuta será la primera vez que se establecerá una aduana del estilo. En Melilla ya existía, pero fue cerrada por decisión del reino alauí el 1 de agosto de 2018.

Con todo, el presidente ha elogiado sin ambages la política migratoria de Marruecos, que ha señalado que está en perfecta sintonía con la española. "Hemos establecido una cooperación que calificaría de ejemplar. Nuestros gobiernos continuarán actuando en áreas como la emigración circular", ha apuntado. Según cita la agencia EFE, hasta finales de noviembre las autoridades marroquíes frustraron la salida de 64.500 migrantes indocumentados y socorrieron a 15.000 en el Atlántico y el Mediterráneo (frente a 70.781 intentos frustrados y 12.500 personas socorridas en el mar en 2022), la mayoría de ellos subsaharianos.

No ha sido la inmigración el único punto tratado entre Sánchez y Mohamed VI, que le ha agradecido al jefe del Ejecutivo su postura "constructiva e importante" en lo relacionado con el Sáhara Occidental. Con la idea de "seguir impulsando una hoja de ruta estratégica para Marruecos y España", el presidente ha comentado que en el encuentro, que ha durado menos de una hora, también han hablado sobre la futura organización conjunta del Mundial de fútbol masculino de 2030 -proyecto en el que también está incluido Portugal- y sobre las oportunidades de negocio, pues España prevé invertir cerca de 45.000 millones de euros en el país vecino hasta 2050.

El presidente se ha desplazado a Rabat en un viaje exprés que fue publicitado a primera hora de la tarde del martes. El desplazamiento llega poco más de un año después de la última visita de Sánchez a Rabat, sucedida en febrero del pasado año. Entonces, ambos países celebraron una reunión de alto nivel (RAN) -en la que el presidente contó con el acompañamiento de la mitad de su Gobierno- que Moncloa definió como "histórica" por lo que supuso: la firma para una relación de confianza, en la que ambos reconocieron la soberanía del otro sobre el Sáhara Occidental y sobre Ceuta y Melilla, se comprometieron a evitar las "ofensas" y cerraron importantes acuerdos comerciales. Eso sí, la cita quedó deslucida tras conocerse la negativa de Mohamed VI a recibir al jefe del Ejecutivo español.

Esta vez ha sido diferente, aunque el secretismo ha recordado al de entonces ante el temor de que cualquier inconveniente se tradujera en que la reunión no se celebrase. De hecho, el presidente cogió el avión a primera hora de la mañana del miércoles -tras celebrarse la sesión de control en el Congreso- sin desvelar la agenda oficial ni el motivo específico del desplazamiento. Así, no fue hasta minutos antes de que el avión comenzase a descender cuando el Gobierno confirmó que se vería con el rey marroquí. Asimismo, el Ejecutivo ya piensa en los siguientes movimientos con Marruecos, pues se prevé una nueva reunión de alto nivel entre gobiernos el próximo año en España.

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