Hollywood ha sido el culpable de vestir de magnificencia las historias y los gestos de amor, pero, de vez en cuando, estos se trasladan a la vida real. El ex primer ministro de Países Bajos Dries van Agt y su mujer, Eugenie Krekelberg, debieron tomarse muy en serio el juramento de amor eterno cuando se casaron hace ya 70 años, porque ambos, que decidieron construir una vida juntos, han decidido estar unidos también en la muerte.
Van Agt y Krekelberg, de 93 años, fallecieron el pasado lunes 5 de febrero es su residencia en una eutanasia conjunta "cogidos de la mano", apenas unos días después de celebrar sus bodas de titanio, según Fransien van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario (NVVE). El estado de salud de ambos estaba muy deteriorado, especialmente el del ex primer ministro neerlandés, que en 2019 sufrió una hemorragia cerebral de la que no logró recuperarse.
Krekelberg fue la gran compañera de Van Agt en su incursión política. La mujer estuvo a su lado y lo aconsejó durante su etapa como ministro de Justicia (1971-1977), de Exteriores (1982) y como primer ministro de tres gabinetes entre 1977 y 1982, una "época turbulenta", según han explicado los reyes Guillermo Alejandro y Máxima en un comunicado de reconocimiento a su figura.
Especialmente difíciles fueron las continuas amenazas y acciones de los nacionalistas moluqueños en Países Bajos o las violentas protestas en 1980, durante la coronación de Beatriz I, protagonizadas por los denominados krakers, un colectivo que reclamaba el acceso a la vivienda digna que provocaron fuertes enfrentamientos con las autoridades en el centro de Ámsterdam bajo el lema "Geen woning, geen kroning" ("No habitación, no coronación").
Otro de los grandes hitos protagonizados por Van Agt fue la fundación en 2009 The Rights Forum, un centro de conocimientos sobre Israel y Palestina donde trató de materializar su búsqueda de una solución pacífica al conflicto, algo a lo que dedicó su energía desde que visitó Cisjordania en 1999.
La decisión ha sorprendo en Países Bajos porque Van Agt fue miembro del partido democristiano CDA hasta 2021, es decir, era un hombre conservador con fuertes creencias católicas. No obstante, medios neerlandeses aseguran que su visión fue haciéndose más progresista con el paso de los años, tanto como para optar por una medida que, sin duda, desafía los principios cristianos.
Crece el número de eutanasias en pareja
En 2022, último año del que se disponen de cifras oficiales, hubo casi 9.000 eutanasias en Países Bajos, entre ellas las de 29 parejas que se sometieron a un proceso de muerte asistida, es decir, 58 personas en total. En 2021 fueron 16 parejas, y en 2020 otras 13. El porcentaje es pequeño, pero cada vez mayor, según datos de los Comités Regionales de Revisión de la Eutanasia (RTE) recogidos por Efe.
"No ocurre muy a menudo, porque no es un camino fácil", ha señalado Fransien van ter Beek a la cadena neerlandesa NOS. Y es que los médicos estudian la solicitud de una pareja como dos procesos individuales y están sometidos a las condiciones de cualquier otro caso.
La eutanasia es legal en Países Bajos desde 2002, pero se autoriza en condiciones muy estrictas y solo puede realizarse bajo supervisión médica, por lo que cualquier otra forma de ayudar al suicidio se considera ilegal. Los requisitos exigen que la decisión sea "voluntaria y bien pensada", se tome ante un "sufrimiento insoportable y desesperado", y que "no haya alternativa razonable". Además, el médico debe "informar de la situación y las perspectivas", y se ha de pedir una segunda opinión a "un médico independiente".
De esta manera, dos médicos diferentes realizan una evaluación separada, tras la cual otro médico independiente la vuelve a examinar, y todos los doctores deben estar seguros de que se cumplen todos los puntos antes de autorizar la eutanasia. En el caso de las parejas, se debe también comprobar que no hay una "presión indebida" por una de las partes.
Comentarios