Las expresiones culturales como las narraciones, la poesía y las obras de teatro vinculadas a la cultura sorda y a la lengua de signos pasan a ser manifestaciones representativas del patrimonio cultural inmaterial, tras ser aprobada en Consejo de Ministros la propuesta de los ministerios de Cultura y de Derechos Sociales.
De esta forma, se otorga este reconocimiento a las manifestaciones culturales que provienen de la lengua de signos española como narraciones, poesía, representaciones teatrales, monólogos, juegos de signos, humor y las expresiones artísticas en visual vernacular (una forma de arte que combina lengua de signos, mimo, poesía y técnicas cinematográficas).
El real decreto aprobado también reconoce la cultura sorda conformada por valores, conocimientos, tradiciones y formas de socialización compartidas por la comunidad sorda.
En un comunicado conjunto de ambos ministerios, el Gobierno destaca que el reconocimiento contribuye a la salvaguarda de los rasgos sociales y culturales que caracterizan al conjunto de personas sordas signantes en España y que tiene en la lengua de signos española su principal manifestación y soporte.
Recuerda que en la actualidad su uso es reducido, "lo que enfatiza no solo la singularidad de esta lengua, sino también su situación de vulnerabilidad, así como la necesidad de protección de las expresiones culturales que con ella se producen".
Además se valora el papel de las asociaciones de personas sordas como lugares donde se han generado estas expresiones culturales, contribuyendo de manera positiva a la cohesión de la comunidad sorda y a la preservación de su patrimonio.
Para el ministerio de Pablo Bustinduy este reconocimiento normativo supone "un avance muy importante" para la proyección y promoción de la cultura sorda y de la lengua de signos española.
Destaca el compromiso de este departamento de incorporar la lengua de signos española en las políticas públicas "desde una dimensión transversal e interseccional".
"Su valoración patrimonial supone un mecanismo de dignificación y de reconocimiento público, contribuyendo a la reavivación y reafirmación de rasgos culturales considerados identitarios dentro del colectivo sordo", añade el Ejecutivo.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en vigor en España desde 2008, hace referencia al valor de la herencia cultural de la comunidad sorda e insta a facilitar el aprendizaje de la lengua de signos y promocionar la identidad lingüística de las personas sordas.
También establece el derecho al reconocimiento y apoyo de la identidad cultural lingüística específica de las personas con discapacidad, incluidas la lengua de signos y la cultura de los sordos.
El reglamento de utilización de la lengua de signos española señala que las Administraciones públicas garantizarán el uso de la lengua de signos española "como un legado cultural histórico que debe ser conservado" e insta a adoptar medidas para garantizar la preservación del patrimonio lingüístico y cultural de la lengua de signos española como la expresión de una comunidad cuyos valores, actitudes, percepciones, pensamientos y acciones están relacionados con la lengua, cultura e historia.
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