En unos días saldrá publicado un libro titulado My mother and I ('Mi madre y yo'), que narra la relación entre la difunta Isabel II y su sucesor, Carlos III. En él, la autora, Ingrid Seward relata detalles sobre la vida de la reina desconocidos hasta ahora.
Uno de ellos, tal y como relata el Mirror, es que a Isabel II le gustaba Lady Di como nuera, pero no para su hijo y heredero Carlos, sino para el siguiente, Andrés, duque de York.
Según la autora, la reina Isabel habría preferido que Diana se casara con Andrés porque le preocupaba si la joven podría diferenciar entre Carlos como hombre y Carlos como príncipe.
Seward escribe en su libro: "La reina, alerta ante una posible nueva mujer en la vida de su hijo, tenía sólo dos reservas. Se preguntaba si alguien tan joven podría diferenciar entre el hombre y el príncipe. Y no pudo evitar pensar que la chica Spencer se adaptaría mucho mejor a su hijo menor, Andrés".
Fue entonces cuando intervino la reina madre. "En una intervención típica de abuela, un mes después invitó a Diana y a Carlos a pasar unos días en Birkhall, su casa en la finca de Balmoral".
Diana estaba "en todas partes", "rezumando encanto" y "siendo terriblemente amable". "Se veía maravillosa, muy relajada y muy emocionada consigo misma", dice el libro.
Sin embargo, otra fuente afirmó que Carlos "ciertamente no parecía haber encontrado a la chica más maravillosa del mundo" y no parecía tan feliz como Diana.
La autora continúa diciendo que Carlos y Diana discutieron los problemas que podrían tener, incluida su diferencia de edad de 12 años, y que el entonces príncipe le advirtió sobre las presiones que podría sentir si se casaran.
En su libro, Seward también afirma que a pesar de las tensiones iniciales, Diana recurrió a su suegra cuando su matrimonio comenzó a "desmoronarse" unos años más tarde, y que ella insistió en que "la estaban victimizando y nadie la entendía".
Pero según la escritora, la reina "llegó a temer" estos encuentros porque se sentía "agotada, abatida y confundida". Un miembro de la Casa Real dijo en ese momento: "Ella simplemente pospuso las cosas". Agregaron que, si bien la ex monarca escuchó a Diana, "nunca se propuso ninguna solución".
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