La UE salva en cuestión de minutos el veto de Orbán y aprueba 50.000 millones más para Ucrania con cargo al Presupuesto común

Charles Michel camina junto a Viktor Orbán antes de la cumbre.
Charles Michel camina junto a Viktor Orbán antes de la cumbre.
Dario Pignatelli
Charles Michel camina junto a Viktor Orbán antes de la cumbre.

Hay cumbres eternas, que duran días y otras que, sorprendentemente, duran solo unos minutos: los 27 han acordado a toda velocidad este jueves enviar 50.000 millones de euros más de ayuda a Ucrania con cargo al presupuesto de la UE y han salvado el veto de Viktor Orbán, que se negaba a esta vía. Así lo ha anunciado en redes sociales el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel: "Los 27 líderes acordaron un paquete de apoyo adicional para Ucrania dentro del presupuesto de la UE. Esto asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo. La UE está asumiendo liderazgo y responsabilidad en apoyo a Ucrania; sabemos lo que está en juego", concluyó.

Habían pasado pocos minutos desde el inicio de la cumbre cuando Michel anunció el pacto final, paso previo eso sí por una reunión multilateral del propio Orbán con Olaf Scholz, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni y Ursula von der Leyen. La línea roja del primer ministro húngaro era en un primer momento precisamente que el dinero no se diera con cargo al presupuesto de la UE, algo que ha acabado matizado. Antes del encuentro varios líderes de los 27 avisaron de que se estaba entrando en una "fatiga" con las posiciones húngaras en las últimas citas.

"Es un buen día para Europa", resumió Von der Leyen después del anuncio. La clave pasa por cómo se va a estructurar el Marco Financiero Plurianual para encajar este apoyo a Kiev, algo que quedará en manos de la Comisión Europea para después pasar al Parlamento Europeo y al Consejo. Los matices incorporados con los reclamos de Hungría se vieron en las conclusiones. Y esas cesiones fueron algo muy puntual. "Si es necesario, dentro de dos años, el Consejo invitará a la Comisión a presentar una propuesta para su revisión en el contexto del próximo Marco Financiero Plurianual", incluyen, de tal forma que se pueda examinar el uso que se hace de los fondos, tal como reclamaba Budapest.

La presión se puso en todo momento sobre un Orbán que llegó calmado al encuentro. "No puedo aceptar, no puedo entender, ese juego egoísta de Viktor Orbán", sostuvo el primer ministro polaco, Donald Tusk, en la misma línea que su homólogo neerlandés, Mark Rutte, que llamó a un acuerdo "rápido" sobre la ayuda a Kiev, algo que finalmente ha sucedido. Algunas fuentes consultadas por 20minutos aseguraron, eso sí, que el desbloqueo pudo producirse ya antes de la entrada en la sala con todos los líderes. Es decir, en la reunión en petit comité de Orbán con los 'pesos pesados' de la UE, entre los que se encontraban, además de los ya mencionados, también el propio Tusk, Kaja Kallas o Pedro Sánchez.

"Es muy importante que la decisión la hayan tomado los 27 líderes, lo que una vez más demuestra la fuerte unidad de la UE. El continuo apoyo financiero de la UE a Ucrania fortalecerá la estabilidad económica y financiera a largo plazo, que no es menos importante que la asistencia militar y las sanciones a Rusia", celebró por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que había pedido "responsabilidad" a sus socios ante un conflicto que está congelado.

Por otro lado, según fuentes comunitarias también se ha incluido en las conclusiones, a petición de Hungría -aunque no se ha reconocido explícitamente- que el mecanismo de condicionalidad de los fondos se aplique de forma "objetiva, justa e imparcial". Ese punto ha afectado especialmente al Gobierno de Orbán, acorralado en muchos momentos por vulnerar el Estado de Derecho. Es más, se mantiene en un choque constante por el tema con la Comisión Europea, que a ojos de la Eurocámara aplica no aplica el mecanismo como debiera frente a los envites de Budapest.

La cumbre, al final, fue un reflejo de lo que ya sucedió en diciembre cuando Orbán amenazó con vetar el inicio de las negociaciones para la adhesión de Ucrania a la Unión, y ese órdago duró pocas horas. El sistema acaba siendo casi siempre el mismo: lanza su bloqueo, pero a la hora de la verdad la presión de los 26 (contra solo uno) hace efecto y Hungría acaba cediendo a cambio de casi nada -o de mucho menos de lo que esperaba-. Es más una cuestión de relatos ideológicos que de cuestiones reales.

"Ucrania es nuestra prioridad y lo hemos demostrado"

Tras solo cinco horas de cumbre Pedro Sánchez explicó que la reunión ha sido positiva, y son "buenas noticias" las decisiones tomadas en ella. "La Unión es capaz de estar a la altura de las circunstancias", sostuvo, celebrando también la ayuda a Ucrania. "Va a servir para proteger el autoritarismo de Putin y proteger nuestras democracias", añadió, al tiempo que acogía el acuerdo para la reforma del MFP, en materias relevantes como la migración, tal como destacó el presidente del Gobierno. 

También hubo espacio en el encuentro para hablar de la situación en Gaza. "El objetivo es una paz justa y duradera bajo la solución de los dos Estados", esgrimió, y reivindicó el papel de España para que Europa "actúe de manera coherente". 

Un pequeño espacio se dio para analizar la situación de los agricultores, y respondió a las críticas de la ex primera ministra francesa Segolene Royal sobre el tomate español. "Es imbatible, le invito a que venga a probarlo", sostuvo el jefe del Ejecutivo, que defendió el trabajo de los agricultores y transportistas españoles frente a los boicots de otros colegas de otros países.

Sobre este asunto, Sánchez reconoció conversaciones con Emmanuel Macron al respecto. "Respetemos todas las manifestaciones pacíficas que se puedan hacer, pero condenamos cualquier tipo de acción violenta que nada tiene que ver con esas demandas legítimas", y aseguró que "no hay ninguna ventaja competitiva" para los productos españoles, como insinuó el Gobierno galo en las últimas horas. "Las normas son iguales para todos, y quiero destacar la competitividad española en este sentido", expuso el presidente. "Lo que hay es una transformación positiva del sector", argumentó un Sánchez muy serio al referirse a este tema en rueda de prensa. En cambio, España no da por muerto el acuerdo UE-Mercosur, y Moncloa incide en que está "en manos de la Comisión Europea" pese al rechazo frontal de Francia. Es un pacto, eso sí, que para España "es clave", según el jefe del Ejecutivo.

Ursula von der Leyen y Charles Michel también tomaron la palabra. "Después de casi dos años de guerra, Ucrania sigue y seguirá siendo una prioridad. Continuaremos nuestra fuerte asistencia militar. Se han logrado avances en el apoyo a Ucrania a través del Fondo de Paz Europeo y no escatimaremos esfuerzos para acelerar la entrega de municiones a Ucrania para finales de año", resumió el presidente del Consejo Europeo. 

En la misma línea se pronunció la líder del Ejecutivo comunitario, también satisfecha con las conclusiones de la cumbre. "Hoy Europa es más fuerte. Hemos reconfirmado nuestro apoyo inquebrantable a Ucrania. Y acordamos un presupuesto revisado de la UE, que nos preparará para los desafíos venideros. Desde luchar contra la migración ilegal hasta desarrollar tecnologías críticas y aumentar nuestra competitividad", sentenció.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, celebró en rueda de prensa que el acuerdo "da credibilidad" a la UE y se centró en la situación con Kiev. "Ucrania es nuestra prioridad y lo hemos demostrado. Estaremos con Ucrania el tiempo que sea necesario, porque no es una cuestión solo moral, sino también de claro interés para la UE", esgrimió. Al mismo tiempo, sobre la reforma del Marco Financiero Plurianual, pide "relanzar la competitividad" europea y lamentó que en esa revisión se recortasen partidas para algunas áreas importantes, como la salud. Además, dejó un mensaje de cara a las elecciones: "No tenemos que dar la democracia por hecha, cada voto cuenta".

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