El rey Harald de Noruega no piensa dimitir a pesar de sus problemas de salud

El rey Harald de Noruega, en junio de 2023.
El rey Harald de Noruega, en junio de 2023.
Per Ole Hagen / Getty
El rey Harald de Noruega, en junio de 2023.

Este pasado miércoles, en un escueto comunicado, la casa real  de Noruega informaba de que el rey Harald, de 86 años, había contraído una infección respiratoria y que por tanto iba a estar de baja hasta este próximo viernes. Asimismo, se explicaba que durante este tiempo será su hijo, el príncipe heredero Haakon, quien le sustitutya como regente y lleve a cabo las actividades de su padre.

De hecho, esa misma tarde hubo de ofrecer una recepción en el Palacio Real con motivo del del 750º aniversario de una importante ley de tierras noruega —promulgada por el rey Magnus Lagabøte, conocido como El Legislador— junto a su madre, la reina Sonia, y este viernes, tendrá que atender varias audiencias, entre ellas con el embajador de Estados Unidos o el ministro de exteriores.

Este nuevo percance médico es el que ha hecho reavivar el debate sobre si el soberano Harald, el único monarca que lleva en un trono europeo desde el siglo XX —su padre, el rey Olav V, falleció a los 87 años en enero de 1991— tras la reciente abdicación de la reina Margarita de Dinamarca, debería ceder la corona en favor de su hijo, de 50 años.

Sobre todo porque en menos de un mes cumple 87 años y ya son varias las hospitalizaciones que lleva acumuladas en los últimos años, la mayoría de ellas por infecciones, una de ellas por culpa de la pandemia del coronavirus, en marzo de 2022. Además, en octubre de 2020 se le reemplazó una válvula en una operación cardíaca —la anterior se le colocó en 2005, en una intervención a corazón abierto—, así como también se le ha operado de la rodilla.

Esto último es bastante notable porque desde entonces sus problemas de movilidad son de dominio público: raras veces ha aparecido el rey Harald de Noruega en público sin verse asistido por unas muletas. Y por todo ello, más el reciente ejemplo de su homóloga danesa, han hecho que comiencen a surgir voces que requieren una renovación monárquica.

Aun así, hace apenas una semana, en una rueda de prensa, el soberano se mostró tajante sobre dicho relevo en el trono para dejarle su sitio a su hijo. "No, la verdad es que no [pienso en ello]. Me atengo a lo que he mantenido siempre. Hice un juramento ante el Storting [el Parlamento noruego] y es para toda la vida", dijo.

El príncipe heredero, mientras tanto, se mantiene a la espera, llegando a asegurar, como admitió en 2019, que con su padre hace "un buen equipo" para llevar los asuntos de la corona. Al fin y al cabo, sabe que sin la ley sálica que imperó en Noruega hasta la década de 1990 y cuya supresión no fue con efecto retroactivo, él no subiría jamás al trono: ese honor le habría correspondido a su hermana mayor, Marta Luisa de Noruega.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento