Crystal Hefner fue la tercera y última esposa de Hugh Hefner, el conocido fundador de la revista Playboy. Se conocieron en 2008, cuando Crystal tenía 21 años y él 81, y se casaron en 2016 después de varios años de relación.
Un año más tarde, el dueño de Playboy falleció y ella protegió su legado tras su muerte, como le había prometido. Pero Crystal Hefner ha publicado un libro, Di solo las cosas buenas: Sobrevivir a Playboy y encontrarme a mí misma, en el que cuenta toda la verdad y rompe su silencio.
En el libro revela que no estaba enamorada del empresario y que no disfrutaba en absoluto cuando mantenían relaciones, por lo que en muchas ocasiones invitaba a alguna de sus amigas para evitar quedarse a solas con el que era su marido. Aun así, a partir de 2014 la intimidad a nivel físico entre la pareja fue desapareciendo debido al deterioro de salud de Hugh Hefner.
En su relato, Crystal Hefner no solo habla de su matrimonio con el empresario. También desvela algunos secretos de cómo era la vida en la mansión Playboy, la que compara con una casa de una fraternidad universitaria. Según cuenta, se limpiaba poco, e incluso crecía moho en las esquinas, y los animales exóticos que tenían en las fiestas estaban muy mal cuidados.
Las conejitas que vivián en la mansión muy pocas veces obtenían permiso para salir. En una ocasión, antes de casarse con el empresario, Crystal Hefner logró escaparse y se mudó a vivir con Jordan McGraw, pero terminó regresando con Hefner debido a que su relación con el músico se estaba volviendo intensa y muy conflictiva.
La última mujer de Hugh Hefner explica que eran muchas la prohibiciones a las que estaba sometida. El dueño de Playboy no le permitía tener piercings en el ombligo o usar esmalte de uñas muy oscuro. Tenía que teñirse de rubio con regularidad, aunque le dañase el pelo, y se tuvo que operar el pecho y la nariz y hacerse una liposucción para garantizar su estancia en la mansión.
Hugh Hefner hizo prometer a su esposa que, tras su muerte, solo contaría cosas buenas de él, de ahí el título del libro. Pero, tras someterse a terapia, empezó a comprender el trauma por el que había pasado y a aceptar que no podía normalizar lo que vivió en su pasado. Esto le hizo dar el paso y romper el silencio, materializado en su nuevo libro.
Comentarios