Robo o asesinato: la Policía investiga el móvil del crimen del canónigo de la catedral de Valencia

Traslado del cadáver del religioso desde el céntrico piso de Valencia.
Traslado del cadáver del religioso desde el céntrico piso de Valencia.
Rober Solsona / EP
Traslado del cadáver del religioso desde el céntrico piso de Valencia.

La muerte en extrañas circunstancias del canónigo emérito de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, de 80 años, sigue rodeada de misterio. El hallazgo del cuerpo con síntomas de asfixia por parte del portero de su edificio, en la céntrica calle Avellanas de la ciudad, y de un conocido, ha derivado en dos posibles líneas de investigación, según publica Levante-EMV: una sería la del robo, en la que la muerte del religioso habría sido consecuencia de la posible resistencia de este; la otra, que se trate de un asesinato y que, una vez consumado, el asaltante aprovechara para llevarse objetos de valor.

De hecho, los investigadores trabajan no solo en dar con el presunto homicida, sino en averiguar el móvil del crimen. Para ello serán claves los interrogatorios de testigos que puedan verificar si falta dinero en la casa u otros objetos valiosos.

Según algunos testigos cercanos al sacerdote, López recibía en su casa visitas de "jóvenes necesitados" con antecedentes policiales que trataban de reconducir su vida, tal y como relata Las Provincias. Algunos de ellos habían estado en su domicilio y conocían sus costumbres y rutinas, e incluso su amistad con el portero. Los mensajes que recibió este último del teléfono móvil del canónigo, fueron, de hecho, los que levantaron las primeras sospechas. 

Según relató el empleado a los agentes, López le había comunicado que estaría fuera una semana, lo que llevó al portero a desconfiar cuando un conocido se presentó en casa del canónigo para visitarlo. Fue entonces cuando accedieron a la vivienda con una copia de las llaves y encontraron al religioso muerto sobre la cama, casi desnudo y sin signos aparentes de violencia, aunque la Policía Científica sospecha que podría llevar días fallecido y que pudo morir asfixiado.

El teléfono, que no estaba en el domicilio, volvió a enviar un mensaje al portero, supuestamente del sacerdote, una vez hallado el cadáver, lo que evidencia que alguien lo sustrajo con la intención de hacer creer que López seguía vivo. En este sentido, los interrogatorios al círculo de conocidos que recibieron estos mensajes podría arrojar luz sobre el caso.

Otro extremo que resultó muy llamativo para los agentes fue la extrema limpieza y orden de la vivienda, algo bastante inusual en escenarios de robos o asesinatos. Además, la cerradura no estaba forzada, lo que puede indicar que el canónigo conocía a la persona o personas que accedieron al inmueble.

Hace un par de años, la víctima recibió amenazas, presuntamente, de un joven que llamó varias veces a su timbre porque, según testimonios, le debía dinero. Estas mismas personas habían mostrado su preocupación por la agresividad con la que el joven se dirigió al portero.

Profesor y canónigo

El religioso, natural de Valencia, era muy conocido en la ciudad no solo por su cargo en la catedral, para el que fue nombrado por el cardenal Antonio Cañizares en 2015 y que ejerció hasta 2021, sino por haber sido profesor en el colegio Maristas, en la Universidad Católica y próximo a las cofradías de la Semana Santa Marinera.

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