Bruselas propone restringir las inversiones extranjeras en sectores clave de su economía: "Hay que reducir riesgos"

La Unión Europea no quiere más sobresaltos en un escenario internacional lleno de incertidumbre, y por eso este miércoles Bruselas ha presentado su Estrategia de Seguridad Económica, con la que prevé prepararse para competir con Estados Unidos y China en el contexto global. El punto clave del plan pasa por proponer un mayor control de las inversiones extranjeras en sectores estratégicos desde el punto de vista geopolítico. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, lo tiene claro: "La UE tiene que ser un jugador, no el terreno de juego", sostuvo en rueda de prensa.

La dirigente danesa además se ha mostrado preocupada por la "feroz competencia" con otros actores, sobre todo en lo que se refiere a las tecnologías críticas. En este sentido, la propuesta de la Comisión habla también de promover nuevos debates sobre la mejor manera de apoyar la investigación y el desarrollo de tecnologías con potencial de doble uso, es decir, que se puedan usar tanto en el plano civil como en el militar. Por otro lado, Bruselas quiere "estimular los debates y la acción para una mayor coordinación europea en el ámbito del control de las exportaciones", aunque huye de cualquier amago de proteccionismo y llama a colaborar con los socios internacionales.

En este sentido, la Comisión ve importante "reforzar la seguridad" en aquellos sectores estratégicos y al mismo tiempo, dice, consultar a los Estados miembros y a las partes interesadas a la hora de "identificar los riesgos potenciales derivados de las inversiones salientes en un conjunto reducido de tecnologías", con el foco puesto por ejemplo en el campo de la Defensa o de los semiconductores. "Hay que reducir los riesgos", insiste el Ejecutivo comunitario. En ese escenario entra por ejemplo la participación saudí en el accionariado de Telefónica, que se confirmó hace unos meses y que puede enmarcarse en lo que Bruselas considera riesgos.

Esta estrategia fue una de las grandes promesas de la presidenta Ursula von der Leyen ya el pasado verano, y la confirmó durante su último discurso en el debate sobre el Estado de la Unión. El documento reconoce que las inversiones extranjeras en la UE benefician a la economía europea. Sin embargo, algunas "pueden presentar riesgos para la seguridad y el orden público de la Unión". La Comisión ha revisado más de 1.200 operaciones de inversión extranjera directa (IED) notificadas por los Estados miembros en los últimos tres años y considera que hay puntos a mejorar.

Por ejemplo, Bruselas pide garantizar que todos los Estados miembros dispongan de un mecanismo de selección, con normas nacionales mejor armonizadas y además llama a determinar un ámbito sectorial mínimo en el que todos los Estados miembros deban examinar las inversiones extranjeras. Es aquí donde pone sobre la mesa le necesidad del control del bloque comunitario a las inversiones de inversores de la UE controladas en última instancia por particulares o empresas de terceros países.

"En un mundo en el que los cambios tecnológicos y los riesgos geopolíticos son cada vez mayores, debemos proteger nuestros principales intereses manteniendo al mismo tiempo la máxima apertura y dinamismo económicos", resume la Comisión Europea, que propone un análisis "paso a paso de las inversiones salientes para comprender los riesgos potenciales ligados a ellas". Este análisis incluirá una consulta de tres meses a las partes interesadas y un seguimiento y evaluación de 12 meses de las inversiones salientes a nivel nacional, que contribuirán a la elaboración de un informe conjunto de evaluación de riesgos. En función del resultado de la evaluación de riesgos, la Comisión determinará, junto con los Estados miembros, si se justifica una respuesta política y cuál.

Bruselas pondera oportunidades y riesgos al mismo tiempo en su documento presentado este miércoles. "La UE es uno de los mayores inversores extranjeros del mundo y reconoce la importancia de la apertura de los mercados mundiales. También reconoce la creciente preocupación que suscitan las inversiones salientes en un reducido conjunto de tecnologías avanzadas que podrían mejorar las capacidades militares y de inteligencia de actores que podrían utilizar estas capacidades contra la UE o para socavar la paz y la seguridad internacionales", concluyen.

"Proponemos encontrar formas de remediar estas vulnerabilidades: promoviendo, protegiendo y asociándonos", señaló en rueda de prensa el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, quien añadió que el plan trata de tapar los agujeros que mantiene la UE en este sentido. "No queremos que se filtren a quienes podrían utilizarlas para mejorar sus capacidades militares y de inteligencia y socavar la paz y la seguridad internacionales", sentenció.

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