Trabajar en Madrid y volver a casa a precio asequible: usuarios de alta velocidad piden al Gobierno un abono laboral para AVE y Avant

  • Usuarios de toda España están a apunto de crear una federación nacional por un descuento permanente.
  • Defienden que poder viajar por entre 150-190 € al mes fijaría población en zonas despobladas; Puente lo estudia.
  • No solo para moverse de su ciudad a Madrid, también entre provincias de Andalucía o de Calatayud a Zaragoza.
Tren AVE en la Estación de Santa Justa de Sevilla.
Tren AVE en la Estación de Santa Justa de Sevilla.
Ministerio de Transportes
Tren AVE en la Estación de Santa Justa de Sevilla.

Cada mañana, miles de habitantes de Valladolid, Cuenca o Ciudad Real salen de su casa para ir a trabajar en Madrid. O de personas que viven en Málaga o en Córdoba que se trasladan a Sevilla o de Calatayud a Zaragoza para lo mismo. Se mueven en tren de alta velocidad, que les permite llegar en alrededor de una hora a su centro de trabajo, en una ciudad distinta a la suya, en muchos casos en zonas afectadas por la despoblación. Reclaman al Gobierno un "abono laboral" de alta velocidad permanente, que se mantenga cuando expire el descuento del 50% que a final de 2024 y sin el que pagarían entre 400 y 600 euros al mes. Piden poder desplazarse a un precio asequible, de entre 150 y 200 euros y seguir "fijando población" en sus lugares de residencia.

La idea partió en Valladolid hace unos 15 años, cuando el AVE llegó a la capital castellanoleonesa. Carlos Perfecto es miembro de una asociación de usuarios que empezó allí después se extendió a otras provincias por las que pasaba la alta velocidad, como Palencia o León. Se dice "pionero" porque hace ya muchos años que trabajan con la Junta de Castilla y León para demostrar que un precio asequible de la alta velocidad para quienes de lunes a viernes se desplazan a otras ciudades para trabajar serviría para "fijar población" en lugares donde esto es muy necesario, como Palencia, León o Galicia y Asturias, también conectadas por alta velocidad y donde vive gente que hace el camino inverso y para quienes su centro laboral está en la ciudad 'grande', que es Valladolid, no Madrid.

Como avanzadilla que son, han conseguido que al 50% de descuento del Gobierno Central para Avant y algunos AVE que seguirá vigente hasta final de este año se sume otro 25%, del gobierno autonómico. "Demostramos que si aplicábamos un descuento al billete la gente no se iba o volvería", explica sobre el que durante años ha sido su argumento para conseguir el descuento autonómico, al que ahora se suma también el del 50%. Sin estas ayudas, que "tienen un punto de final", un trabajador que va y vuelve de Madrid desde Valladolid todos los días tendría que pagar 650 euros al mes y Perfecto cree que un precio justo sería pagar al mes entre 150 y 190 euros. Variaría dependiendo del trayecto, porque también se pide un abono único, como el abono transportes que por ejemplo se utiliza en Madrid para quienes cogen el tren en Zamora o en León para ir a trabajar a Valladolid.

"Castilla y León lo utiliza como herramienta para fijar población que está dando resultados", asegura Perfecto, que la semana pasada se reunió con el ministro de Transportes, Óscar Puente, que se comprometió a estudiar la cuestión.

De momento, el Gobierno no asegura un futuro abono laboral, afirma que lo está estudiando y apunta que podría funcionar para unos trayectos pero para otros no y no antes de que termine este año, en que estará vigente el descuento del 50% de la alta velocidad de Avant. "En estos momentos estamos con una política de precios marcada por la normativa y por la política de incentivos de los abonos y de sus bonificaciones", dijo Puente la semana pasada sobre esta cuestión. "Queremos darnos un tiempo de reflexión para definir unas políticas de precios de cara al futuro que se puedan adaptar en función de las necesidades de cada usuario. Tenemos que hacer un trabajo importante por delante, que mejorar el manejo del uso de los datos y a partir de ahí establecer un producto más adaptable a las necesidades de los usuarios y evidentemente este es un tema que vamos a estudiar", aseguró.

Reclamación por toda España

Mientras el Ministerio reflexiona, la petición de un abono laboral se extiende por toda España. Los usuarios de Castilla y León están conectados con los de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y en unas semanas crearán una Federación nacional para reclamar un abono laboral. Sería similar al que existe en grandes ciudades como Madrid para el transporte público y se diferenciaría de los bonos actuales por 10, 30 o 40 viajes en Avant o AVE en que permitiría un número indefinido de viajes que igualmente había que reservar, pero con una mayor flexibilidad para modificar el horario. Los usuarios consultados son conscientes de los "fraudes" con la gratuidad de la Media Distancia o el 50% de descuento de Avant, que adquieren personas que no son usuarios habituales, y proponen medidas de control para que del abono laboral solo se beneficiaran quienes realmente utilizan el tren para ir a trabajar. 

Por ejemplo, deberían presentar un certificado de empadronamiento y de residencia fiscal en la ciudad de origen y un certificado de la empresa en la que trabajan o un "vínculo laboral" en la ciudad de destino, para que también se incluyeran los autónomos.

"Una especie de carnet o título de viaje con todos los datos y cuando alguno cambie, que caduque", plantea Pilar Sánchez, una sanitaria que vive en Calatayud y trabaja en un hospital de Zaragoza. Como ella, cientos de funcionarios públicos y de estudiantes hacen de lunes a viernes este trayecto de ida y vuelta, en una línea que ya de por sí tiene el problema del horario, al depender de los que se fijan entre Barcelona y Guadalajara y Madrid, que hace que cuando trabaja en turno de tarde-noche tenga que regresar en autobús. Es miembro de la Plataforma de Usuarios de Transporte Público de Calatayud-Zaragoza y reclama un abono laboral que sea más barato que los 300 euros al mes que tendrá que volver a pagar cuando el descuento del 50% deje de existir. Esto ya existe en países como Alemania y Francia, donde "cuesta 50 euros al mes". "No digo eso, pero que al menos nos dejaran ese precio [con el descuento] porque nosotros estamos haciendo el esfuerzo de dar servicio a la capital y mantenemos vivos los pueblos", dice sobre una peregrinación diaria a Zaragoza en la que van también habitantes de poblaciones más pequeñas que Calatayud.

Ejemplo de Cuenca

"Tendremos ciudades que estarán superpobladas y otras vacías", dice Sánchez sobre algo que ya existe. El abono laboral, añade, afianzaría población. Precisamente, una de las bondades de la ampliación del trazado de la Alta Velocidad ha sido conectar las ciudades y permitir que llegar en poco más de una hora al trabajo, aunque esté en otra localidad. Esto es lo que sucedió en Cuenca, una de las zonas más afectadas por la despoblación, y a la que le empezó a cambiar la vida la llegada del AVE que deja a una hora tanto a Madrid como Valencia. Pero sobre todo cuando en 2021 se amplió el número de trenes y de horarios Avant, que pasaron de tres a 18 por sentido al día, lo que realmente permitió que se pudiera ir y volver de trabajar todos los días. Según datos de la Junta de Castilla-La Mancha, en 2019 hubo 1.800 usuarios Avant en Cuenca. En 2022, con la ampliación de horarios, fueron 22.000. El descuento del 50% dio un nuevo impulso y por eso también en esta ciudad reclaman hacerlo permanente con un abono laboral.

"No se nos puede tratar igual que a un turista, nosotros vamos a trabajar y la alta velocidad se tiene que medir en tiempo y no en distancia, para eso es. Es una herramienta muy potente para fijar población, como Cuenca, una ciudad y una provincia en declive", explica Javier Barajas, de la Asociación de Usuarios Ave Cuenca, donde un abono de 10 viajes hasta Madrid cuesta 13,4 euros por trayecto, que se quedan en 6,7 con el descuento, 268 euros al mes para ir y volver de lunes a viernes.

El caso de Castilla-La Macha es particular porque el AVE pasa por sus cinco capitales de provincia pero ninguna de ellas está conectada entre sí. La reclamación de trabajadores en Toledo, Ciudad Real también piden un precio asequible para ir a Madrid. Álvaro García, un abogado que vive en Ciudad Real y trabaja en un despacho en Madrid, ha redactado los estatutos de la inminente Federación, que nacerá con el fin de "promocionar el transporte sostenible por ferrocarril, sobre todo para fijar población", explica al teléfono. "Que las ciudades intermedias no se queden sin población y sin un transporte viable". 

Distinta es la situación en Andalucía, donde sus tres grandes ciudades -Sevilla, Málaga y Córdoba- están conectadas por AVE y Avant. En este caso, se trata de tener precios asequibles -además de más horarios y mejores trenes- para moverse entre ellas por motivos laborales. Siguiendo los pasos de Castilla y León, también reclaman al Gobierno de Juan Manuel Moreno un descuento adicional del 25% al 50% del Ministerio de Transportes.

Laura Blanco vive en Córdoba y todos los días va a trabajar a Sevilla. Como ella, más de 700 personas abarrotan todas las mañanas de lunes a viernes los cuatro vagones del tren de las 6.50 horas y también a la vuelta.  Además de problemas de retrasos, de mal acondicionamiento de trenes que un día de verano a las tres de la tarde pueden ponerse "a 50 grados" y de saturación, tendría que pagar 400 euros al mes en transporte si no existiera el descuento de 50% que expirará en diciembre. "Tal y como están los sueldos, para una persona que cobra mil y picos es una mordida importante", afirma. Plantea que el abono laboral que le piden al Gobiernos se quedara en los 200 que pagan ahora con el descuento estatal. "La movilidad labora debería estar casi subvencionada", afirma.

 

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