Todos los artistas se hacen mayores, incluso los traperos.
En la madrugada del viernes 19, Eladio Carrión, uno de los precursores y máximos exponentes del trap latino, publicaba Sol María, un álbum muy diferente no solo por su sonido, sino también por sus letras y temáticas: cuando la edad apremia, los enfoques e intereses cambian.
Eladio Carrión Morales, conocido popularmente por su nombre y primer apellido, es un músico, influencer y artista puertorriqueño de origen estadounidense (nació hace 29 años en Kansas City).
Este cantante, posicionado mundialmente como uno de los referentes de la ola trapera que empezó a gestarse en Puerto Rico a mediados de la década de 2010, no proviene exactamente de la música, sino que tiene unos orígenes muy ligados con el mundo de la farándula online e, incluso, del deporte de élite.
Tras mudarse de Kansas a Puerto Rico siendo todavía un niño, Eladio comenzó una carrera como deportista y nadador. Esta carrera, de hecho, llegó a tornarse profesional cuando en 2010, a sus 16 años, llegó a representar a Puerto Rico en los Juegos Centroamericanos en la categoría de 200 metros pecho.
Si bien su carrera como deportista no estaba en un mal punto, Eladio aprovechó la visibilidad que esta le dio para empezar una nueva como influencer en redes sociales como la archiconocida Instagram o la ya desaparecida Vine – esta aplicación, a la que se subían vídeos cortos de carga humorística, es conocida como la precursora de TikTok.
En sus vídeos, Eladio se dedicaba a parodiar las voces y estilos de los artistas ya considerados clásicos de la escena puertorriqueña, como Arcángel, Nicky Jam o Daddy Yankee, pero siempre desde el respeto y la comedia.
Esta faceta suya como imitador le ayudó a conseguir no solo una nueva legión de seguidores, sino también un gran hilo de contactos en la importante red de artistas de la industria del sonido de Puerto Rico. Y de ahí a hacer música, hay solo un paso.
En 2015, Eladio se estrenaba en la música colaborando en canciones de Flowsito o el argentino Neo Pistea, sin embargo, hasta 2017 no firmaría por fin su primer sencillo junto a Ñengo Flow – popular rapero también de la isla – titulado Me enamoré de una Yal.
Rápidamente, Eladio empezó a destacar respecto a otros artistas de su misma generación y decidió abandonar su faceta como influencer para volcar toda su atención en la música, faceta artística para la que tenía más que talento.
Siguiendo el formato predominante de sencillos y singles, Carrión siguió colaborando con diversos artistas de la escena – entre ellos, el canario Maikel Delacalle – hasta que en enero de 2020, poco antes de la pandemia, publicó el álbum Sauce Boyz.
Este disco, considerado ya un clásico de la música urbana, resume a la perfección todos los temas y sonidos característicos del trap latino: música pesada, letras cargadas de referencias pop como la NBA y chulería e ingenio en la construcción de las rimas. Un álbum largo, muy recordado, que posicionaría a Eladio como una joven promesa en su género.
Tras su publicación, se siguieron grandes éxitos como su segundo álbum, Monarca; su colaboración con Bizarrap, consiguiendo ser el primer puertorriqueño en pasar por el estudio del argentino; su tercer álbum, Sauce Boyz II; y una serie de colaboraciones, EPs y mixtapes que lo posicionarían como un artista con visión, movimiento e inteligencia.
En los circuitos del trap latino, Eladio Carrión es considerado una figura de culto por sus letras elaboradas y referencias rebuscadas. De hecho, es también un artista muy respetado a nivel industria pues fue quien le descubrió a Rimas, su discográfica, a Bad Bunny, quien en aquel momento, hablamos de 2018, se encontraba publicando sencillos con Hear This Music. Gracias a ese chivatazo, el Conejo Malo se pasó a Rimas y expandió su carrera a niveles estratosféricos con la publicación de varios álbumes largos.
Tras toda esta etapa de trap puro, duro y rotundo, Eladio Carrión ha llegado a 2024 con 29 años, a punto de cumplir los 30, y ha decidido publicar un nuevo álbum, Sol María, con una premisa y un sonido completamente diferentes.
Si bien es cierto que el tema de la familia es bastante habitual en el mundo del trap – por la obsesión de estos artistas por los círculos y la confianza –, Eladio Carrión ha decidido dedicarle su nuevo álbum a su madre y apostar por rebajar sus característicos desparpajos y chulería para hacer algo más íntimo y con sonidos más cuidados.
Eladio es uno de los máximos representantes de una generación de artistas que, despacio aunque de forma imparable, se acercan a los treinta, y eso se nota. Quizá ha llegado el momento de dejar de chulear de mujeres y dinero – o, al menos, de dejar de chulear de una forma tan provocadora – para ponerse reflexivos y tratar otros temas.
En este disco, el de Puerto Rico, quien cuenta con más de 20 millones de oyentes al mes solo en Spotify, apuesta por un sonido RnB - mucho más reposado que el clásico trap latino - repleto de pinceladas que pueden recordar incluso al reggae jamaicano.
Si bien es cierto que el disco sigue hablando de éxito, fama y dinero, el lenguaje es mucho más sofisticado y menos agresivo, fardeando desde una posición más tranquila, llamémosle conciliadora, antes que desde la chulería.
En cuanto a las colaboraciones, Eladio ha decidido juntarse, por ejemplo, con Duki, indiscutible rey del trap argentino, y Rauw Alejandro, grandísimo hitmaker también de Puerto Rico. De hecho, la canción con este último sorprende porque se sale del estilo habitual de Rauw en este tipo de asociaciones, con quien los artistas se suelen juntar para montar el tema viral del álbum. En este caso – la canción es Hey Lil Mama –, juegan la carta de un trap reposado muy alejado de la fórmula de Rauw.
A modo de colofón, Eladio se junta con el español Nach, muy desaparecido de la primera línea urbana estos últimos años, para componer un rapeo en homenaje a sus madres acompañado de un piano y alguna trompeta instrumental. Un cierre emocionante en el que ambos brillan.
Eladio Carrión ha decido salir de su zona de confort chula y rompedora para hacer un disco muy maduro, muy instrumental y muy bueno. Como otros artistas de su generación, ha entendido el momento en el que está y ha actuado en consecuencia.
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