No culpable. Así se ha declarado el pasado 4 de enero Pierce Brosnan de los dos cargos de los que fue acusado por el gobierno federal tras su paseo supuestamente ilegal por unas "delicadas" aguas termales en el Parque Nacional de Yellowstone, que se extiende por los estados de Montana, Idaho y, sobre todo, Wyoming.
El juez ha aceptado, además, la solicitud del actor irlandés de 70 años de cancelar su comparecencia inicial ante el tribunal y programar una conferencia virtual para el próximo 20 de febrero, donde tendrá que explicar su supuesto senderismo el pasado 1 de noviembre cerca de Mammoth Hot Spring, en Wyoming.
Según las autoridades pertinentes del parque nacional estadounidense, el intérprete de cuatro películas de James Bond violó varios cierres y límites, tanto territoriales como de horario, e ingresó en una zona restringida, dejando además varias pruebas de su paso, como unas fotografías que él mismo publicó posando.
El intérprete de Mamma Mia!, El secreto de Thomas Crown o El sastre de Panamá se encontraba precisamente en Wyoming rodando su próxima película, un western junto a Samuel L. Jackson titulado The Unholy Trinity, y se enfrenta por este proceso o bien a una multa de 5.000 dólares, unos 4.600 euros, o bien seis meses de arresto.
Si dichas aguas termales están fuera del alcance de los turistas es por una sencilla razón, han explicado desde el parque nacional: no solo es que sean superfrágiles y puedan tardar muchísimos años en repararse si se dañan, sino que se pueden mencionar varios casos de personas que han muerto al caer en las aguas hirvientes o ácidas.
De hecho, varios medios están recordando el caso en 2015 del joven Colin Nathaniel Scott, que tenía 23 años, quien se desvió del camino apenas 200 metros junto a su hermana y resbaló. Aunque Sable, la hermana, acudió inmediatamente a los responsables, estos no pudieron hacer nada: su cuerpo se había disuelto completamente tras caer a una de las termas naturales debido a la acidez y temperatura de las aguas.
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