Rosario Bermudo Muñoz, un ama de casa de 73 años vecina de Écija (Sevilla), lleva reclamando diez años una herencia que oscila entre el millón y los tres millones de euros a la familia de la duquesa de Medina Sidonia.
Bermudo fue reconocida por la justicia como hija de Leoncio González de Gregorio, marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, más conocida como la duquesa roja por defender y ser detenida a agricultores andaluces. La duquesa, que se casó con una mujer in artículo mortis, falleció en 2007.
Pero la lentitud con la que se está tramitando este proceso ha hecho que la demandante haya decidido solicitar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo una indemnización de 100.000 euros, según ha contado el Diario de Sevilla.
El camino judicial de Rosario comenzó en 2013, cuando presentó una demanda de filiación contra los hijos de la aristócrata y de Leoncio González de Gregorio.
Su abogado es Fernando Osuna, especialista en este tipo de casos, como el de Javier Santos, el supuesto hijo de Julio Iglesias.
En 2017, el Juzgado de Primera Instancia nº 77 de Madrid confirmaba que era hija del duque, una sentencia que se ratificaba de nuevo en 2022. Tras ser recurrida por dos veces, era el Tribunal Supremo el que declaraba a Rosario Bermudo como "hija legítima definitiva" de Leoncio González de Gregorio, fallecido en 2008.
Osuna justifica esta demanda contra el Estado español debido al "descomunal" retraso en el caso y explica que "el proceso de filiación ha durado diez años", incluso a pesar de que el ADN de la mujer y el del fallecido aristócrata coinciden "en un 99 por ciento".
Rosario Bermudo señala, según su letrado, que "su marido no puede andar y ella está enferma y sin recursos económicos". Y recuerda que su cliente "ha ganado, hasta ahora, en todas las instancias judiciales y sus hermanos han sido condenados a abonar las costas de los procesos", pero se muestra pesimista sobre el tiempo que puede pasar hasta que finalmente consiga una herencia similar a la de sus hermanastros, Leoncio, Pilar y Gabriel.
Rosario, que ya puede usar el apellido de su padre, fue concebida en una finca de Badajoz, donde su madre trabajaba en verano como parte del servicio. Su padre, el duque de Medina Sidonia era aún menor de edad. Este tuvo otro hijo ilegítimo, Javier, que también fue reconocido por la justicia como suyo.
Para comprobar la paternidad del duque sobre Rosario, hubo que exhumar su cadáver, hecho que afectó mucho a su hija Pilar, uno de los tres que los duques tuvieron en su matrimonio.
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