El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la ley de enseñanzas artísticas, que equipara este tipo de estudios al de los universitarios. El Gobierno recupera así la norma que decayó durante la anterior legislatura por la convocatoria de elecciones anticipadas, y reactiva la que será la primera reforma de las enseñanzas artísticas en los últimos treinta años. El texto, que ha sido ratificado a petición del Ministerio de Educación sin cambios respecto al documento que ya se conocía, pasa ahora al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria, donde sí se prevé que se introduzcan algunas modificaciones.
La ley ya llevaba un tiempo siendo debatida en la Cámara Baja, tal y como ha recordado la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, pero tras convocarse los comicios tuvo que "volver al Consejo de Ministros para su aprobación". La norma recoge un "importantísimo consenso" de los partidos, según Alegría, que estima que la iniciativa afectará a unos 140.000 estudiantes, 14.000 docentes y 690 centros, "que llevan esperando muchos años que haya una normativa básica sobre enseñanzas artísticas".
Entre otras cosas, la nueva ley plantea un marco normativo que equipara las enseñanzas artísticas superiores con las universitarias (y las homologa a las de la Unión Europea); y las enseñanzas artísticas profesionales al nuevo sistema de Formación Profesional, mediante el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales que reconoce y acredita las competencias de los trabajadores del sector.
"Un estudiante que hoy esté cursando un Grado Superior de piano, por ejemplo, cuando se apruebe la ley, podrá moverse con las mismas garantías que puede hacerlo un estudiante de cualquier país de los estados miembros, porque su titulación tendrá el mismo reconocimiento y homologación", ha detallado la titular de Educación. Lo mismo ocurrirá con las becas, hasta ahora ponderadas con los alumnos de Bachiller, que pasarán a equipararse a las que reciben los estudiantes universitarios.
La reforma mantiene los tres niveles reglados actuales (elementales, profesionales y superiores), pero prevé la creación de nuevas especialidades "adaptadas al siglo XXI", como podrían ser las Enseñanzas Audiovisuales. El sector artístico y cultural en España, ha explicado Alegría emplea a aproximadamente 700.000 personas, que con esta norma, además, podrán ver acreditadas sus competencias, es decir, que se reconocerá su experiencia profesional "para que puedan mejorar su promoción profesional y se les reconozca una titulación oficial en el caso de que quieran seguir promocionando a través de la educación".
De hecho, con el objetivo de acercar las universidades a los centros de enseñanza artística, la ley permite crear los bautizados como "Campus de las Artes", que agrupen los centros con diversas ofertas artísticas bajo un organismo de nivel superior para que, incluso, se puedan tender puentes a las universidades para permitir cursar programas de posgrado o de doctorado conjuntos.
En última instancia, la iniciativa viene a fijar unos mínimos sobre los cuales se sustentarán los futuros desarrollos reglamentarios, mucho más concretos, de todas las formaciones relativas a la Música, la Danza, Artes Plásticas y Diseño Profesionales, Arte Dramático o Conservación y Restauración de bienes culturales. Representa, además, la guinda de la reforma de todo el sistema educativo que el Gobierno impulsó al inicio de la anterior la legislatura con la ley de educación -LOMLOE-, y que luego ha ido completando con la nueva ley de FP, la ley de universidades, la de ciencia y, ahora, la de enseñanzas artísticas.
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