Jesús Janeiro Bazán nació el 9 de enero de 1974 en Ubrique (Cádiz). Su lugar de nacimiento le marcaría tanto como para alcanzar la fama mundial con él de 'apellido': Jesulín de Ubrique, torero de raza.
El segundo hijo del matrimonio formado por Humberto y Carmen (padres de otros dos varones y de una chica) se vistió por primera vez de luces con 14 años, en El Bosque, cerca de su casa.
Sería en Nimes, Francia, cuando tomó la alternativa, en 1990, de la mano de José Mari Manzanares. A partir de allí, su vida taurina fue muy activa, reconocida e intensa. De hecho, en 1995 llevó a cabo 161 festejos, en los que cortó 279 orejas, un récord que ningún otro diestro ha conseguido superar hasta ahora. Considerado un hombre muy sexy, también se hizo famoso por una corrida de toros solo para 9.000 mujeres, en Aranjuez, donde estas le tiraron su ropa interior en un loco frenesí.
Consiguió que su frase "En dos palabras: im-presionante" estuviera en el vocabulario popular e hizo sus pinitos como cantante con un tema superexitoso llamado Toda, toda toda.
Aunque participó en las mejores plazas de todo el mundo y su carrera parecía imparable, fue una mujer, entonces totalmente desconocida la que hace 26 años hizo que su nombre saliera en los semanarios taurinos y en la prensa rosa, de donde nunca más ha salido... a su pesar.
Belén Esteban, una chica anónima de San Blas, Madrid, aficionada a los toros y fan de Jesulín, comenzó una relación sentimental con él, que se consolidó cuando acudió con ella invitados a la boda del año, entre Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, el 23 de octubre de 1998.
Ese noviazgo concluyó con el embarazo de Belén, que en julio siguiente dio a luz a una niña, Andrea, primera hija del torero. Belén vivía en Ubrique, en la finca Ambiciones que Jesulín edificó para toda la familia y donde la joven, como confesaría más tarde, nunca se sintió ni integrada ni querida.
Unos meses después de nacer la niña, Belén exigió a Jesulín que la llevara de vuelta a Madrid, un episodio que la prensa del momento recogió como humillante porque él la dejó con todos los utensilios de la niña en la puerta de su casa en medio de la oscuridad de la noche.
Belén, que había mantenido un sepulcral silencio sobre su relación con el torero, esperó un tiempo prudencial antes de abrir la boca por primera vez. A partir de allí, su presencia en los platós de televisión, donde principalmente hablaba (no bien) de la familia Janeiro, ha sido una constante con la que Jesulín ha tenido que lidiar, y nunca mejor dicho.
La fama de Belén como contertulia se construyó sobre los cimientos y las críticas de una vida con Jesulín que él veía una y otra vez expuesta en los medios. Sufrió acusaciones de todo tipo: las principales, que su familia nunca quiso a Belén y que él no se ocupaba de la hija en común.
Esta ha sido la gran sombra sobre la vida de Jesulín, que él ha aprendido a combatir con silencios medidos y paciencia, a la espera de que el tiempo pasara y pusiera todo en su lugar.
Hasta que apareció María José Campanario, una auxiliar de clínica de Castellón, también fan del torero, que surgió cuando él más lo necesitaba. En 2001 el torero sufrió un terrible accidente de tráfico que casi le cuesta la vida. Estuvo mucho tiempo hospitalizado y la recuperación fue larga y dolorosa. En ese tiempo, Campanario fue su más entregada acompañante, y quien se convertiría, en 2002, en su mujer ante la Iglesia y el mundo.
Con María José, que ha pasado por un camino desigual en su relación conyugal, muy marcada por los ecos de Belén Esteban de fondo, ha tenido tres hijos más: Julia (influencer), de 20 años, Alejandro, de 17 y el pequeño Hugo, de 1.
La pareja ha vivido muchos episodios, desde cogidas y lesiones de él, rumores incesantes de separación, la fibromialgia y depresión padecidas por ella (con largos ingresos incluidos), pasando por la muerte de seres queridos, como la de su suegro.
En 2012, el Tribunal Supremo condenó por fraude a la Seguridad Social a María José y a su madre, Remedios Torres, aunque por un día, no tuvieron que entrar en la cárcel.
A pesar de que la sombra de Belén ha planeado siempre sobre su matrimonio, con enfados, encuentros y críticas mutuas, la pareja también han tenido sus momentos buenos, como la carrera de Odontología que cursó Campanario y las apariciones televisivas de él como concursante en diversos programas, el último MasterChef Celebrity.
La retirada de él también fue un punto de inflexión, el 12 de octubre de 2007, en Zaragoza, aunque Jesulín ha hecho incursiones sueltas en los ruedos a cambio de importantes sumas de dinero. Otro asunto, el económico, que en los últimos años se ha esgrimido como razón para que Jesulín haya terminado en la televisión.
Aunque es dueño de diversas propiedades (Ambiciones se alquiló pero con poco éxito) y proyectos, no todos han sido prósperos ni rentables.
La retirada de Belén Esteban de televisión, con la cancelación de Sálvame, donde ella era una de las estrellas, ha propiciado que Jesulín se encuentre más cómodo en el medio, o eso es lo que sugieren fuentes del entorno del torero.
Tras un larguísimo silencio público, María José también ha empezado a dar señales de vida en 2023. Los años precedentes tuvieron muchos problemas de salud para ella, en los que optó por el enclaustramiento social. A pesar de las numerosas exclusivas protagonizadas por el matrimonio, ya no aparecen en las páginas de corazón, y, por ejemplo, nadie ha visto todavía al bebé de la familia, que tiene ya más de año y medio.
María José sí hace de nuevo uso de las redes sociales, en las que sube fotos de su marido y demuestra lo enamorados que están y que 22 años después, lo suyo sigue siendo un idilio permanente.
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