Francisco Rodríguez Iglesias nació en Madrid en 1947, aunque se crio en Catarroja (Valencia) de donde se sentía. Allí cambió su nombre por el de Paco Arévalo para empezar a ganarse la vida, primero, como torero cómico y luego como humorista, un trabajo que llenó su vida. Hasta el día 3 de enero, en que apareció muerto en su casa valenciana a los 76 años.
Sin embargo, este hombre que provocaba risas allá por donde pasaba, vivió una existencia marcada por enormes tragedias personales. La cara y la cruz de una biografía que estos días se recuerda con motivo de su repentino fallecimiento.
Paco Arévalo se casó con su novia desde que tenían 17 años, Elena, que "era todo para mí". Ella fue la principal compañera de aventuras de Arévalo. En una época en la que grababa cintas con sus chistes de gangosos, la conquistó gracias a una imitación de otro humorista igual de recordado que él: Cantinflas. Pero Elena falleció en 2015 de cáncer, dejando al humorista tremendamente apenado.
Previamente, la pareja perdió a uno de sus cuatro hijos al mes de nacer. Otro, Kike, falleció a los 27 años de un infarto, una nueva desgracia que Elena y Paco superaron juntos. Desde entonces, Arévalo siempre llevaba una medalla colgada que le recordaba a su hijo muerto.
La niña, Nuria, nació con una enfermedad rara, el síndrome de Williams, y en 2020 superó un cáncer de mama. Nuria, que es la pequeña, sufre anomalías cardíacas, cognitivas, del desarrollo y del tejido conectivo debido a su patología.
El hijo mayor de Arévalo, Francisco, tiene una hija adolescente y trabaja como actor y regidor. Vivía con su padre y su hermana. Ahora es posible que deba ocuparse de su hermana Nuria, por quien este sentía un amor infinito. "La sonrisa de mi hija y la alegría es lo que más vale para mí", solía decir el humorista.
Su relación con la vedette Malena Gracia, amiga de toda la vida, en 2021 le dio más dolores de cabeza que alegrías. Duró ocho meses y no fueron pocos los que la criticaron, incluyendo su propio hijo, aunque ellos defendieron su amor de verdad. Terminado el amor, se acabó también su amistad.
Con Bertín Osborne tuvo una relación fraternal de veinte años, que comenzó con un dúo cómico, Dos mellizos. Pero el cantante se enfadó mucho con él cuando publicó una foto del rey Juan Carlos y su hija Elena en una comida en la que estaban los dos, en casa del jerezano.
Arévalo se disculpó con Bertín, quien finalmente aceptó el perdón. Y le ha dicho a su hijo Francisco por teléfono que en cuanto supere el Covid que padece irá a visitarlos a él y a su hermana Nuria a Valencia para darles un abrazo en persona.
La situación económica de Arévalo ha estado a debate más de una vez. En algún momento, tuvo que salir a defender que aunque no tenía trabajo constante, procuraba ahorrar para dejar a sus hijos un buen futuro, en particular, a Nuria. Su hijo también pasó por épocas de paro, sobre todo, tras la pandemia.
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