El joven que dudaba de su futuro como rey y cuyo comportamiento errático generaba dudas se ha convertido este domingo en Federico X de Dinamarca, asentado desde hace tiempo como figura popular, más informal y cercano que su madre, Margarita II, e interesado en la aventura y el deporte.
A sus 55 años, Federico de Dinamarca ha llegado al trono en un buen momento, pues el 70% de sus compatriotas respaldan la monarquía, y el 84% tiene una imagen positiva de su madre, la reina Margarita, y de él, según un reciente sondeo.
Su ascensión al trono también ha hecho reina a la australiana Mary Donaldson, a quien conoció en los Juegos Olímpicos de Sídney y con quien se casó en 2004. Tras 20 años de matrimonio y 4 hijos en común, la pareja también se ha convertido en una firme candidata al trono de las revistas del corazón, sobre todo después de la reciente visita de Federico a Madrid, donde se vio con la empresaria mexicana Genoveva Casanova y de la que quedó constancia en fotografías publicadas por la prensa rosa.
En la capital española se pudo ver a Federico de Dinamarca saliendo y entrando de la casa de Casanova en Madrid, sin ningún tipo de escolta o protección, algo que despertó críticas y especulaciones en su país. "No hay relación amorosa. Desde hace mucho tenemos varios amigos en común", aseguraba la propia Genoveva Casanova tras la publicación de las fotos de los paseos de Federico por Madrid.
A pesar del revuelo generado, la sorpresa llegó semanas después, el 31 de diciembre, con el histórico anuncio de abdicación realizado por la reina Margarita durante su discurso de Fin de Año.
En el discurso, que dejó el anuncio para el final, la propia reina aludió a su edad (83 años) y a una reciente complicada operación de espalda para justificar una retirada que nadie esperaba, pero que se produce pocos meses después de que su nieto Christian, hijo mayor de Federico, cumpliese 18 años.
El medio liberal Berlingske hablaba de una decisión "valiente" de alguien que ha sabido "crear una monarquía moderna e inteligente, relevante y amada por la mayoría de los daneses", en contraposición a las de otros países europeos. Ahora, ese reto recae en su hijo, Federico de Dinamarca.
La biografía del nuevo rey
Licenciado en Ciencias Políticas —fue el primer miembro de la Casa Real danesa en completar estudios universitarios—, Federico de Dinamarca ha tenido una extensa formación en diversos ámbitos, como el deportivo (que le valió su nombramiento como miembro del Comité Olímpico Internacional) y el militar, donde tiene una extensa carrera. Habla danés, inglés, francés y alemán y ha participado en misiones de la ONU y ha ejercido como diplomático de su país en París.
Desde 2003 ha trabajado de profesor en el área de Ciencias Políticas, metodología, perspectivas y políticas de seguridad de la globalización del Instituto de Estrategia de la Escuela Real Danesa de Defensa, además de tener un sillón en el Consejo de Estado danés.
Federico de Dinamarca ya ha ejercido como regente suplente de su madre y ha participado con frecuencia en las reuniones de la reina con el primer ministro y el resto de los miembros del gobierno, además de ejercer como anfitrión en las visitas de Estado, como la que hicieron muy recientemente a Dinamarca los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Vida privada
Federico de Dinamarca y su esposa, Mary Donaldson, cuyo título oficial es María Isabel de Dinamarca, residen en un edificio en el Palacio de Fredensborg, llamado La Casa de la Cancillería.
La pareja ha tratado de ofrecer siempre una imagen de matrimonio joven y moderno que recogía a sus hijos en bicicleta, como tantos otros daneses, siguiendo su idea de darles una educación menos estricta.
Federico y Mary se casaron el 14 de mayo del 2004 en la catedral de Copenhague y han tenido cuatro hijos: el príncipe Christian, que a sus 18 años se ha convertido este domingo en el heredero al trono; la princesa Isabella (nacida en 2007) y los mellizos Vicente y Josefina, ambos nacidos el 8 de enero de 2011.
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