El Gobierno hará posible que la Generalitat de Catalunya construya la Ronda Nord, que da continuidad al corredor de la B-40 entre Terrassa y Sabadell. Además, permitirá que se encargue de las obras de la autopista B-23 para poner en marcha de un carril bus de entrada a Barcelona y para mejorar esta vía entre la capital catalana y Sant Feliu de Llobregat.

Así lo recoge una disposición adicional del decreto ómnibus que aprobó este miércoles el Consejo de Ministros y que se ha publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Esta apunta que la Generalitat y el Ministerio de Transportes firmarán un convenio para que el Govern pueda “licitar, contratar, efectuar el seguimiento y supervisar” las obras de la Ronda Nord y la B-23. Además, también se prevé que se pueda hacer un “desembolso anticipado de las aportaciones a la Generalitat”. El Govern también se podrá ocupar de “hacer las expropiaciones necesarias para ejecutar las obras”. Sin embargo, será el Gobierno el que tendrá que aprobar los estudios y proyectos.

Desde la conselleria de Territorio, que encabeza Ester Capella, esperan recibir el documento del convenio, pero recuerdan que es técnicamente imposible que se pueda analizar y firmar antes de que acabe este año. El compromiso entre ambas partes es que se apruebe en el consejo de ministros y el consejo ejecutivo.

La Ronda Nord formaba parte del pacto por el cual el PSC facilitó la aprobación de los últimos Presupuestos de la Generalitat y se tenía que haber cerrado en primavera, pero las disputas técnicas y políticas entre ambos ejecutivos lo han ido retardando. De hecho, el predecesor de Capella en Territori, Juli Fernández, era un histórico opositor de esta infraestructura, que ya había rechazado como alcalde de Sabadell.

El nuevo convenio servirá, asimismo, para desencallar en parte las negociaciones para los Presupuestos de 2024, puesto que los socialistas también situaban el cumplimiento con la B-40 como una de las condiciones para negociar.

El Govern siempre ha defendido que la Ronda Nord “no será una vía de alta capacidad” y que se pagará con dinero de los Presupuestos del Estado. Con la aprobación de los cambios legislativos, la Generalitat será la encargada de definir como tienen que ser estas obras.

Terrassa pide que el proyecto no se eternice 

Por su parte, el Ayuntamiento de Terrassa ha instado a que la infraestructura se empiece a construir lo antes posible. "No tenemos que tardar 30 años, porque ya vamos tarde", ha dicho a la ACN el alcalde del municipio, Jordi Ballart. 

El alcalde ha recordado que Terrassa cuenta con una propuesta de trazado para la Ronda Nord "muy potente" y pide que durante el proceso se escuche a las ciudades.

Asimismo, el edil ha insistido en que el proyecto no se puede eternizar y ha reclamado que la futura Ronda Nord tenga "el mínimo impacto ambiental".