OPINIÓN

Letra impresa

Se trata de obras especializadas que suelen suponer un gasto elevado a la hora de adquirirlos.
Dos libros en una biblioteca
Pixabay/lil_foot_
Se trata de obras especializadas que suelen suponer un gasto elevado a la hora de adquirirlos.

Me gusta regalar libros por estas fechas. Libros en papel, afortunadamente los agoreros que pronosticaban el fin del libro impreso han visto en los últimos tiempos como sus profecías no se cumplían y las ventas después de la pandemia no han dejado de remontar.

En la enseñanza los profesores, que acogieron con entusiasmo la llegada de las tablets, ven ahora la necesidad de que los alumnos vuelvan a familiarizarse con libros y cuadernos porque, lo que han ganado en habilidades tecnológicas lo han perdido en destreza de análisis y comprensión lectora.

También empiezan a desconfiar de las nuevas tecnologías como el chat GPT que puede distorsionar el resultado de los trabajos de investigación encargados en las aulas hasta el punto que vuelven a coger fuerza los exámenes orales para determinar con más certeza los conocimientos del alumno.

Volver a escribir a mano, ya no digo una carta sino una simple tarjeta de agradecimiento o de felicitación, aparcando por un rato el wasap , es tan arcaico o inusual como sumar, restar o multiplicar sin la ayuda de una calculadora.

No recordamos ningún número de teléfono porque los llevamos incorporados con marcación automática en un teléfono en que va nuestra vida, nuestra historia, nuestra memoria y nuestras claves para movernos por el mundo.

Cada año por estas fechas me cuesta más encontrar el recambio de la agenda, si en papel, con la que intento planificar mi vida. Ya sé que la puedo tener en el móvil, pero no quiero tenerlo todo en el móvil. Puestos a ser nostálgicos añoro las fotos en papel y no acaba de tranquilizarme que todo ande suelto por la nube.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento