Occidente se queda sin munición para Ucrania: "La OTAN no contemplaba un duelo de artillería contra los cañones de Rusia"

Militares rusos disparan artillería en un lugar no revelado en la región de Donetsk, al este de Ucrania.
Militares rusos disparan artillería en la región de Donetsk, al este de Ucrania.
EFE
Militares rusos disparan artillería en un lugar no revelado en la región de Donetsk, al este de Ucrania.

Las reservas de munición que los países europeos destinan a Ucrania se están agotando. Así lo admitió hace unas semanas el presidente del Comité Militar de la OTAN, Rob Bauer, quien pidió a los aliados incrementar los esfuerzos para mantener el suministro a Kiev. "Empezamos a recurrir a almacenes en Europa medio llenos o incluso menos. Se empieza a ver el fondo del barril y necesitamos que la industria aumente la producción a un ritmo mucho mayor", dijo en el Foro de Seguridad de Varsovia.

Pero el problema no es exclusivo de Europa. También Estados Unidos alertó este lunes de que a final de año no tendrá dinero para apoyar a Ucrania y la Casa Blanca pidió al Congreso que apruebe urgentemente medidas para seguir enviando fondos. "Nuestros paquetes de asistencia ya se han vuelto más pequeños y las entregas de ayuda más limitadas. Si nuestra ayuda cesa, causará problemas importantes a Ucrania", señaló la responsable de Presupuesto de la administración Biden.

No obstante, a pesar de esas voces de alarma, el almirante en la reserva, Juan Rodríguez Garat, analista militar que está siguiendo al detalle la guerra en Ucrania, afirma que el problema de falta de munición es muy específico: "Lo que realmente falta es munición de artillería de 155 milímetros, que es un componente importante, pero hay muchísimos otros sistemas de armamento que se siguen enviando a Ucrania".

"Falta ese tipo de munición porque los países de la OTAN no contemplaban un duelo artillero al estilo de la Primera Guerra Mundial contra Rusia. La doctrina de la OTAN es combatir de forma asimétrica, es decir, que si el enemigo tiene cañones, la Alianza los destruye con aviones de combate y no a cañonazos", explica.

La doctrina de la OTAN es combatir de forma asimétrica: si el enemigo tiene cañones, los destruye con aviones y no a cañonazos"

El problema radica en que los países occidentales no están suministrando cazas ni misiles de largo alcance a Ucrania y el conflicto se está convirtiendo en una especie de guerra de trincheras: "La OTAN no le está dando la gama alta de sus productos armamentísticos y no dispone de munición suficiente para mantener un duelo artillero contra los cañones de Rusia, que es lo que está ocurriendo. Se solucionaría si los países occidentales suministraran a Ucrania armas tipo aire-suelo en cantidad suficiente. Cuando Ucrania tenga F-16 en vuelo, el problema de la munición dejará de ser tan importante", expone.

90.000 proyectiles al mes

Un informe publicado por el New York Times reveló que el ejército ucraniano llegó a consumir en torno a 90.000 proyectiles al mes a finales del año pasado, prácticamente el doble de la capacidad de producción de EEUU y la Unión Europea.

Al respecto, Garat indica que Occidente está intentando incrementar el ritmo de producción de ese tipo de munición, pero no dispone de la infraestructura necesaria para ello: "Todos los países de la Alianza han aumentado la producción de munición de 155 mm, que es la artillería principal de la OTAN, pero empezar a producirla en grandes cantidades cuando no estaba previsto, es un proceso lento. La industria es reticente a montar una fábrica capaz de producir 10.000 proyectiles al día si luego, cuando termine la guerra, no tiene garantías de que la OTAN quiera esos proyectiles porque no son parte de sus necesidades".

"La industria europea está aumentando con cierta timidez la producción de esa munición de 155 mm en base a contratos firmes, pero sus planes iniciales eran entregar un millón de proyectiles a Ucrania en 2024 y seguramente lo hará con retraso", añade.

Las reservas de Rusia también están agotadas

Pero las cosas tampoco marchan mejor al otro lado del frente, pues las existencias rusas también están bajo mínimos, asegura Garat: "Rusia ha estado consumiendo decenas de miles de proyectiles al día a un ritmo que no podía sostener y sus propios comandantes se han quejado de que les falta munición en el frente. Otra prueba de ello son los esfuerzos que ha hecho para comprar munición fuera de sus fronteras, en su caso de 152 milímetros, porque la artillería rusa es un poco diferente a la occidental".

"A pesar de que Rusia aprobó en la ONU las sanciones que prohíben el tráfico de armas de cualquier tipo con Corea del Norte, el Kremlin ha recurrido a Pionyang para encontrar un millón de proyectiles, lo que demuestra que ellos también tienen apuros", subraya.

"Tanto Ucrania como Rusia tienen serios problemas con la munición de artillería porque los dos quieren disparar más proyectiles de los que tienen, pero en la guerra hay un principio básico que es la economía de esfuerzos: hay que asegurarse de que uno no gasta más de lo que tiene", añade.

Sobre la falta de fondos en EEUU para mantener la ayuda a Ucrania, Garat señala que se trata de un problema político: "Aunque en el Congreso hay una amplia mayoría favorable a entregar fondos adicionales a Ucrania, esa medida no llega a votarse porque hay diferencias entre el ala izquierda y derecha del partido Republicano, que es mayoritario en la cámara. Cuesta un poco de entender desde España porque aquí hay disciplina de voto en los partidos, pero en EEUU cada congresista puede votar lo que quiera y eso a veces es complejo de manejar. Es un problema político de gestión que está retrasando las ayudas". 

Ucrania incrementa su capacidad de producción

Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció este martes que la industria armamentística nacional ya produce cada mes seis sistemas autopropulsados propios, tipo Bohdana, y destacó los "esfuerzos" de la industria del país para seguir incrementando ese ritmo. El sistema de obuses Bohdana es el primero de este tipo fabricado en Ucrania que funciona con proyectiles del calibre de 155 mm, compatible con la munición de la OTAN.

"Que Ucrania pueda aumentar la producción armamentística dentro de su propio territorio es una muestra de la impotencia de Rusia para dominar los cielos, aunque hasta ahora no ha entrado en combate ni un solo avión occidental", expone Garat.

A pesar de los esfuerzos de la industria local ucraniana, el almirante pronostica que el frente apenas se moverá durante los próximos meses de invierno: "La capacidad de romper las líneas enemigas de ambos bandos es muy inferior a la del contrario para defenderse, así que lo más probable es que el frente se mantenga sin muchos cambios, igual que ocurrió el pasado invierno. En realidad, el frente lleva prácticamente estable desde que Rusia se retiró de la margen occidental del Dniéper hace ya un año".

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